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Terminada la temporada de bodas (aunque seguro que aún queda alguna rezagada como yo), llega la época de los embarazos. Sí, queridas. Es el ciclo de la vida, como bien decía El Rey León.

Qué mono era Simba.

Una tras otra, tus amigas comienzan a hablar de pañales, potitos, cunas, guarderías… Y, de golpe, te imaginas tirando de un carrito que no es el de la compra. Pero cuidado, querida. Que una cosa es querer ser madre y otra muy distinta es estar preparada. Y sí, vale que hay quien dice que el instinto materno está ahí y aflora, pero ¿y si no lo hace?

Tranquila. En Grazia hemos elaborado un cuestionario (sin rigor científico, eso sí) para que descubras si debes coger la llamada de la maternidad o ponerla en espera.