A estas alturas de la película, por fin nos hemos hecho a la idea de que sí, nos gusta Taylor Swift. Su último disco, 1989, ha tenido un efecto extraño sobre nuestras modernérrimas neuronas y ha hecho efecto. Mucho efecto. Quizá, demasiado efecto. En fin, la cosa es que, cuando creíamos que no podíamos suspirar más por ella, por tener sus piernas, sus gatos y su pacto con el diablo para tener el flequillo perfecto en todo momento y lugar, va la tía y nos deja boquiabiertos con su última ayuda a una de sus seguidoras.

© Cordon Press
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Como ya sabréis, la cantante se las dio de Mama Noel estas Navidades y envió regalos personalizados a algunas de sus afortunadas y más acérrimas fans. Uno de ellos, incluso, lo entregó personalmente a una joven madre de Connecticut (y claro, se nos parte el corazón, no nos juzguéis). Pero con su última sorpresa ha ido más allá: 1.989 dólares (porque su disco podía haberse llamado 57 y le habría salido más barato, pero no) para ayudar a una fan, Rebekah Bortniker, a pagar sus deudas con la universidad.

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Al parecer, Rebekah dedica su tiempo libre a actualizar un Tumblr hecho por y para Swift y, en uno de sus últimos posts, confesó a sus lectores que llevaba una mala temporadita lidiando con estos pagos. Por supuesto (¿por supuesto?), Taylor lo vio (no es la primera vez que confiesa seguir el rastro de sus fans en las redes sociales) y quiso hacer algo al respecto: mandó a uno de sus guardaespaldas a llevar un paquete con el regalo hasta la casa de Bortniker que incluía, además del dinero, un cuadro pintado por Swift, una foto polaroid y una carta: “Ahora estás 1.989 dólares más cerca de pagar las deudas de la universidad”, pues ea.

Total, que todos contentos. Que Rebekah llora, la madre de Rebekah llora y nosotros estamos a puntito de soltar la lágrima también porque, ya se sabe, la emoción en estos casos es incontrolable. Ay. Esto de ser fan, qué duro es…