Venga: a ver si eres capaz de pensar cualquier cosa que hagas en tu día a día en la que no necesites las manos. ¡Están ahí siempre! Sin embargo, no están solas, tus uñas van con ellas y cuidarlas se ha vuelto tan imprescindible como un buen lavado de cara. Pero ¿sabes en qué consiste una manicura completa? ¿Qué tipos existen y cuál es la más indicada para ti?

Lucir unas uñas perfectas no es nada complicado… pero hay cosas que debes saber. © Mondadori Photo

Tus uñas hablan ¡Escúchalas!

A través de ellas puede saberse mucho de la salud de una persona. Su color y su textura son señales que podrían ayudar a detectar afecciones, por eso es fundamental prestarles atención y cuidarlas al máximo. Échales un vistazo… ¿están secas y tienden a quebrarse? Puede que tengas algún tipo de anemia o problema relacionado con la glándula tiroidea.  ¿Son de color blanquecino? Entonces no descuides tus funciones renales. ¿Ves una cierta tonalidad azulada? Quizá padezcas de problemas de circulación… Pero que no cunda el pánico, a veces las uñas se quedan en mal estado tras una manicura agresiva o por el uso de productos poco fiables; dar con un buen profesional no siempre es fácil y jugar a serlo en casa a veces, no sale bien.

¿Qué te están diciendo tus uñas?

¿Qué manicura me conviene?

Elegir una manicura casi es tan difícil como decidirte entre la carta de postres de tu restaurante favorito. ¡Una locura! Cada vez, más establecimientos de tratamiento abren sus puertas, y la oferta nada tiene que ver con los cuidados que se hacían nuestras madres. Según Miriam Guerra, Beauty Coach de Mavala, la manicura “es un servicio en auge, por la necesidad que implica. Cada vez nos cuidamos más y nos damos cuenta de que una buena manicura también es higiene personal. Pero hay que ponerse en manos de un profesional que sepa distinguir el tipo de uña y pueda aconsejar el mejor producto”.

Liarse y lamentar la decisión no es difícil: permanente, semipermanente, básica, parafina, francesa, americana, cerámica… Imposible decidirse: “Y cada vez habrá más. Es cuestión de modas. La vida actual nos hace tener poco tiempo y queremos que las cosas duren mucho. Por eso, nos tiramos a la piscina con manicuras permanentes y artificiales”, asegura Guerra. Por eso, lo mejor no precipitarse hasta dar con el establecimiento que nos inspire confianza y cuyo resultado sea el deseado. Lo que está claro es que hay determinadas situaciones en las que es mejor no hacerse una manicura con color. “Principalmente elegimos un tipo de manicura basándonos en nuestros gustos y tipo de vida. Pero es verdad que si tenemos una uña frágil con algún problema o necesidad, lo mejor es cuidarse con productos de manicura que no dañen la uña, no pulirla y no utilizar quitaesmaltes con acetona”, apuntan desde Mavala. Es decir, no todas las manicuras son aptas para todos los públicos. A día de hoy, entre el top 5 de las más demandadas están la normal, la permanente y la semipermanente y, desde el centro Le Petit Salon nos explican en qué consiste cada una:

  • Esmaltado normal: el esmalte que se utiliza es el tradicional de toda la vida. Se retira con quitaesmalte normal y la duración es de una semana aproximadamente. Vamos, todo muy normal. Esta sí era la que usaban nuestras madres.
  • Esmaltado semipermanente: el esmalte que se utiliza es un tipo de producto especial, se seca con una lámpara que lo cristaliza y lo fija por completo.  Se retira con una técnica especial a base de acetona y la duración de está manicura perfecta son dos semanas aproximadamente.
  • Acrílica permanente: las uñas se esculpen con un producto específico llamado acrílico dándole la forma y altura deseada. El acrílico puede ser de un color determinado o natural. La duración depende de la crecida de la uña, siendo preciso acudir a un centro para realizar rellenos y mantenimiento o retirada del producto ya que requiere una técnica especial.

Además, apuntan que “si la uña está sana (no debilitada, deshidratada, quebradiza…) se puede elegir el tipo de manicura según se desee, por el contrario, si hay algún problema, es recomendable un esmaltado tradicional normal”.

¿El único límite? La imaginación. © Mondadori Photo

Un nail bar en tu salón

Si decides ponerte manos a la obra, la Beauty Coach de Mavala, Miriam Guerra tiene algo que decirte: “Tan solo necesitas 20 minutos para hacerte una manicura perfecta. Y hay que saber que existen dos manicuras: la del esmaltado y la que se realiza durante la semana, el cuidado. Esta última consiste en hidratarse las manos y la cutícula a diario, para que las uñas estén preparadas e hidratadas para el día del esmaltado. Entonces, en el momento del esmaltado, ese paso nos lo saltamos, de ese modo tendremos la uña perfectamente limpia y sin grasa ni lípidos por las cremas; nos durará más tiempo el color”.

En cuanto a la manicura propiamente dicha, el primer paso es quitar el esmaltado anterior, retirar la cutícula y aplicar (si es necesario) el tratamiento en la uña, después una capa de protección, dos capas de color finas para que el tono quede perfecto y no salte y, por último, el fijador, siempre aplicándolo en toda la uña para protegerla. En la última pasada aplica además producto en la punta para sellarla. Si no tienes tiempo, un producto de secado rápido será tu mejor amigo.

Toma nota: este verano se tiñe de colores pastel y destellos metalizados. © Mondadori Photo

Así llevarás las uñas este verano 

Hace tiempo que las uñas adoptaron las costumbres de la moda y cambian de ‘vestido’ cada temporada. Para este verano se cubren de esa tendencia que tiene obsesionado a medio Instagram: los unicornios. ¿Y eso en qué se traduce? En colores pastel, en toques glitter y, lo último de lo último, en efectos cromados y metalizados. El acabado lo hemos visto ya sobre la pasarela (entre las propuestas de Alexis Mabille) y en las manos más VIP: Katy Perry ha sido la última en sumarse, en su Carpool Karaoke con James Corden, la semana pasada.

Para conseguirlo puedes apostar por un esmalte metalizado tradicional o, si buscas el cromado perfecto, un polvo pigmentado sobre ello: «Este polvo proporciona un alto nivel de brillo con efecto espejo. Crea una superficie suave y lisa con un efecto cromo reflectante futurista», explican desde Douglas. En la cadena acaban de lanzar Chrome Nail Powder (9,90€), un pigmento extra fino que se aplica sobre el esmalte para conseguir ese efecto espejo.

Colores pastel o brillos de espejo, ¡pura inspiración unicornio! En la imagen, el backstage del desfile de Alexis Mabille. © Mondadori Photo

Trucos y errores que quizá estés cometiendo:

  • Mantén siempre bien cerrado cada esmalte para evitar que entre aire y se seque. Además, guárdalos en un lugar fresco y seco (y no, el baño no suele ser ni fresco ni seco).
  • Cuando utilices un esmalte limpia siempre la boca del tarrito con un algodón impregnado con quitaesmalte, de esa manera evitarás que se pegue y que sea imposible abrirlo la próxima vez. Así conseguirás que cierre bien, que no entre aire y que el producto dure más sin secarse ni perder sus propiedades.
  • Al aplicar los esmaltes y fijadores hazlo en toda la uña, con muy pocas pasadas y poco producto y, sobretodo, sellando la punta con una pasada, ya que ahí es donde empieza a saltar la manicura. Si aplicas una capa muy gorda conseguirás lo mismo, que el esmalte salte con mucha facilidad
  • Trata de utilizar esmaltes que no sean demasiado acuosos para conseguir un resultado más uniforme.
  • Si te decantas por un tipo de manicura que implique pulir la base de la uña, es recomendable que dejes pasar tiempo de descanso entre una y otra, ya que al ser un tratamiento agresivo la uña sufre. Tal y como explica Guerra, “lo ideal en estos casos es realizarse una manicura tradicional con cariño”.

Ahora que ya eres una experta en la teoría de la manicura… ¿te animas a copiar alguna de estas ideas de Pinterest?

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