Tal y como nos cuentan desde la firma, en 1877, el tío de Elsa Schiaparelli, Giovanni Schiaparelli, director del Observatorio de Brera (Milán), descubrió algo nuevo: una serie de canales, un área tan grande como el Gran Cañón, que surcaban la superficie de Marte. También acuñó el término «marciano», e inadvertidamente comenzó esa fascinación moderna por las criaturas de ahí fuera, una fascinación que continúa hoy en día.​

Así que tiene sentido que el espacio haya sido siempre un código informal de la Maison. Elsa era famosa por su preocupación por la astrología, ¿y por qué no? Mirar las estrellas era claramente un pasatiempo familiar.​

Esta colección es un homenaje a esa obsesión, así como un estudio de las contradicciones: de lo heredado y lo vanguardista, de lo bello y lo provocador, de lo terrenal y lo enviado por el cielo.

Pero como el arte (y la naturaleza) nos enseñan una y otra vez, las cosas y las ideas que parecen diametralmente opuestas también pueden combinarse para crear quimeras sorprendentes, objetos compuestos de partes familiares que, cuando se unen, crean algo inesperado y nuevo.

Es, de hecho, una de las filosofías rectoras de la Maison: Elsa se comprometía a que los matrimonios improbables ganaran su propio diseño, y los looks de esta colección honran esa tradición, combinando técnicas del viejo mundo (como encajes de guipur sobre bordados, detalles de terciopelo y encaje, y flecos de chenilla cortados y bordados a mano) con formas del nuevo mundo, y referencias (como un vestido de microchips con placa base y microfichas incrustadas de artefactos tecnológicos anteriores a 2007; ahora, la tecnología con la que crecí es tan anticuada que es casi tan difícil de encontrar como ciertos tejidos y adornos vintage).

También unen sus referencias personales con las mías: verán referencias abstractas a iconografías de mi estado natal, Texas, desde el pañuelo, aquí rehecho en paillettes pintados a mano; a la bota de vaquero, re diseñada como una fantasía hasta el muslo con hebillas; a los icónicos nudos de doma de trenza de caballo re diseñados como púas de satén de seda y que contienen una cazadora bomber de ante camel y un traje de corsé vaquero blanco.

Elsa era famosa por sus códigos -el ojo de la cerradura, la cinta métrica, las partes anatómicas del cuerpo- y nosotros los hemos incrustado como huevos de Pascua en joyas, zapatos, bolsos de mano y bordados, un mensaje secreto nuestro para la mujer que los lleva.​

*Imágenes: cortesía