Hagamos un experimento. Juntemos alrededor de una mesa a nuestros amigos, surtámonos de pistachos y cervezas, y empecemos a hablar de nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras virtudes y nuestros defectos, nuestros amoríos y, cuando la cosa ya esté encarrilada -y con alguna cervecita de más-, lancemos las preguntas que nos han traído hasta aquí: ¿cuál es la fantasía sexual que más os pone? ¿Queréis llevarla a cabo? ¿O ya lo habéis hecho? 

Probablemente, la primera respuesta serán risitas ahogadas, comentarios de “tía, pero cómo preguntas eso, jajaja” y alguna que otra cara sonrojada. Pero recuerda: llevas toda la tarde de risas y cervezas, así que lo más seguro es que alguno cante y los demás le sigan el juego y no lo neguéis, estos momentazos de confesiones entre amigos de toda la vida son una maravilla.

© Fotograma de ‘Vicky, Cristina, Barcelona’

 

Y no es que en Grazia seamos adivinas, pero es muy probable que, en cuestión de minutos, un colega levante la mano y diga “pues la fantasía sexual que más me llama la atención es el trío”. Y, por si aún quedan dudas, tenemos a los números de nuestra parte.

Según el 6º Barómetro Control 2017, Los jóvenes españoles y el sexo, realizado a una muestra de 2.000 españoles de entre 18 y 35 años, un 36,6% de los encuestados reconocen que su fantasía más deseada es el ménage à troisEso sí, no siempre querer es poder y, en asuntos de cama, está visto que muchas veces hay que conformarse con la imaginación y quedarse con las ganas: solo el 8,8% confiesa haberlo practicado alguna vez.

Fuente: Barómetro Control 2017.

Y, por cierto, desecha ideas preconcebidas. Y es que el trío es la fantasía soñada tanto por ellos (51%) como por ellas (23%).

Fuente: Barómetro Control 2017.

Sin embargo, una cosa es lo que se sueña hacer, y otra lo que se termina haciendo. Y, según los datos recopilados por Control, puede que la fantasía más deseada sea el trío, pero la más llevada a cabo es el sexo anal (con casi la mitad de los hombres habiéndolo practicado alguna vez).

Fuente: Barómetro Control 2017.

Queda claro que, como bien dice el refrán, del dicho al hecho hay un trecho. Y, en el terreno de lo sexual, es mejor conocer que suponer. Así que, aunque muchos sueñen con los tríos, preguntémonos: ¿sabemos todo lo que hay que saber de ellos?

Por si acaso, empecemos por lo básico: un trío es una relación sexual entre tres personas -sí, ya, te hemos descubierto una realidad desconocida-. Y, cuando decimos tres personas, damos cabida a cualquier combinación posible; es decir, el género solo importa para los miembros de la aventura y punto.

Probable reacción si sacas el tema entre amigos.

¿Qué debemos saber antes de formar parte de un trío?

Según Silvia Catalán, psicóloga, sexóloga y especialista en terapia de pareja, la regla básica es que te apetezca hacerlo. Está muy bien que tus amigos te cuenten que es una experiencia fantástica, que tu pareja te proponga investigar o que incluso tengas una invitación en firme para unirte. Pero si estás condicionada por lo que digan los demás y no por lo que quieras tú, las posibilidades de que la experiencia no sea como esperas son muy altas.

Y es que, como señala Catalán, lo más importante es pasarlo bien, ya que si queremos que un trío sea satisfactorio “hay que dejarse llevar por la situación. Cada persona, momento y circunstancia es diferente, y no hay un truco para asegurarnos de que el trío vaya a salir bien. Simplemente hay que disfrutar, pasarlo bien, abrirse a la excitación de jugar con tres cuerpos en lugar de con dos, y respetar”.

Aquí reside otro de los pilares claves: no tienes obligación de participar en un trío, de la misma manera que, si participas, no tienes por qué finalizarlo si no lo estás pasando bien: “Si en algún momento te sientes incómodo/a, debes comunicarlo y abandonar, no quieras acabar sí o sí, porque puede que te sientas peor y esto se hace para pasarlo bien, ¿no?”, aconseja Catalán.

Si te encuentras en la situación contraria, en la de ver cómo alguien abandona la experiencia, debes respetarlo. Pero, si de verdad tienes ganas de probarlo y tus compañeros te dan la confianza que necesitas para experimentar, arriesga, porque no pierdes nada por intentarlo. Recuerda que, si eres debutante en la materia, “el miedo a lo desconocido siempre está presente, y es lógico ponerse nervioso. Y no lo olvides: siempre estás a tiempo de parar”.

© Fotograma de 'Y tu mama también' (2000).
© Fotograma de ‘Soñadores’ (2003).

Una vez resuelto lo esencial, vayamos un paso más allá. ¿Siempre se repite la fórmula pareja + invitado? «No tiene por qué», nos dice nuestra sexóloga, y nos recuerda que se pueden llevar a cabo hasta entre tres desconocidos. Pero reconoce que cada vez está más de moda incluir un ‘invitado’ en una relación de pareja, ya sea por darle más morbo al sexo, por tener nuevas experiencias o para cumplir una fantasía sexual de uno de los dos.

Sin embargo, probablemente la idea de meter a un tercero en nuestra relación nos resulte un tanto inquietante y nos asalten las dudas: ¿y si mi pareja lo pasa mejor con esa otra persona? ¿Y si lo pasamos todos bien, pero no quiero volver a repetir? ¿Y si entran en juego los sentimientos? ¿Estaremos poniendo en riesgo la relación?

Catalán saca a relucir la máxima que debería regir toda relación: la comunicación. “Es imprescindible que la pareja tenga claro que quiere hacerlo y por qué quiere hacerlo. No puede ser algo que uno de los dos imponga, ni debemos hacerlo movidos por la presión”, reconoce la experta que nos invita a no olvidar que la diferencia entre lo que nosotros pensábamos que iba a ser el trío, y lo que realmente vemos cuando estamos entre sábanas, puede ser difícil de gestionar. En ese momento, lo mejor es sincerarse y dejarlo para otro momento, si es que queremos volver a intentarlo.

Pero, si de verdad una pareja está preparada para intentarlo, nuestra sexóloga nos indica que la opción más conveniente es invitar a un desconocido, alguien con quien ninguna parte se sienta ligado. 

© Fotograma de 'Y tu mama también' (2000).
© Fotograma de ‘Y tu mama también’ (2001).

Llegados a este punto, no podemos dejar pasar la siguiente pregunta: ¿somos capaces de exteriorizar nuestras experiencias a tres bandas sin miedo al qué dirán? Porque, a pesar de lo recurrente que pueda ser esta fantasía, es evidente que no todo el mundo está dispuesto a reconocer que le interesan los tríos, o incluso que ha llevado a cabo alguno, puesto que conlleva una connotación negativa a ojos de muchos. Para empezar, según nos señala Catalán, porque se considera algo «fuera de la normalidad”. Claro que, quizá, nos convenga poner de una vez en cuestión lo que es considerado normal dentro del sexo porque, como dice Silvia, va poco más allá de la clásica penetración.

Además, añade, tampoco ayudan demasiado esos mitos fomentados en gran parte por las películas eróticas del superhombre que puede con dos mujeres, o la doble penetración de la que parecen disfrutar todas las féminas, y que nos hace olvidar que las películas, películas son, y que el porno tiene altas dosis de ficción. Además, podemos añadir ese doble filo sexista que considera un campeón al hombre que se acuesta con dos mujeres, pero una libertina, por no decir puta, a la mujer que hace lo mismo…

Sílvia Catalán reconoce que queda mucho trabajo por hacer en el terreno de la educación y el respeto sexual, pero nos anima a acabar con los tabúes y a normalizar los ménage à trois. Porque, si disfrutamos de nuestra sexualidad, y lo hacemos con gente que da su consentimiento y de manera respetuosa, ¿por qué no explorar todo lo que el sexo nos puede ofrecer?