El interior del bolso de una mujer suscita en un hombre tantos interrogantes como cuestiones del tipo “¿por qué van juntas al baño?” o «¿por qué cuando dicen no, quieren decir sí?”. En estas últimas no podemos ayudar (si lo revelamos, ¡¿dónde quedaría el misterio?! ¿Cuántas parejas se romperían? Pues eso), pero sí que podemos hacer algo cuando la conversación versa sobre nuestro complemento más fiel: en efecto, ahí lo llevamos TODO.

Dicho esto, hay un bolso en concreto que intriga a hombres y mujeres por igual: el que luce desde hace varios meses la recién proclamada Reina de España, Doña Letizia. Porque mientras nosotras, comunes mortales de a pie, tenemos que cargar con todos los porsis del día (véase: neceser, cargador, móvil, pañuelos, tiritas, toallitas, crema de manos, gafas de sol, paraguas, maquillaje y un largo etcétera), una reina, nos guste o no, no tiene por qué. No, porque una reina tiene a su alrededor a otro largo etcétera de personas dispuestas a cargar con todo lo que vaya a necesitar a su largo de su jornada reinante. Así, ella, y solo ella, podría disfrutar de las ventajas de un bolso mínimo o incluso (¡qué narices! ¡la casa por la ventana!): de no llevar bolso en absoluto.

Entonces, Letizia, ¿qué metes en esa cartera alargada y tan abultada al salir de casa por la mañana? Y sí, te tuteamos porque te hemos visto pasear con vaqueros rotos, y todo el mundo sabe que a una reina con pantalones rotos se le puede tutear (no hemos encontrado la regla escrita, pero de momento nos sirve). A lo que íbamos: suponiendo que no nos quieras contestar (vale, nosotras tampoco revelaríamos lo que llevamos en el bolso ni bajo amenaza), vamos a intentar buscar varias explicaciones a esa cartera que, de nuevo ayer, te acompañaba –junto al enésimo vestido de Felipe Varela- en el desfile del 12 de octubre en Madrid.

Misterios sin resolver: ¿Qué lleva Letizia en esa cartera? © Cordon Press
Misterios sin resolver: ¿Qué lleva Letizia en esa cartera? © Cordon Press

Estas son nuestras teorías:

1. Letizia, que en el fondo es una moderna (su presencia en los conciertos de The Killers y Supersubmarina lo avalan), ya tiene el iPhone 6 Plus. Y todo el mundo sabe que no es un móvil que se pueda llevar en cualquier carterita de mano diminuta; no, el iPhone 6 Plus necesita un bolso bien grande, como el de la Reina, ¡tamaño iPad como poco…! Porque 1. Tampoco se puede llevar en el bolsillo de un pantalón, que se dobla, y 2. Aunque se quisiera arriesgar, su Felipe Varela no tiene de eso. Así que, lo dicho: AL BOLSO.

2. Porque si pudo hacer de unos zapatos los Letizios, a ver quién la para si quiere que le pongan su nombre a la dichosa cartera. Si Jane Birkin, Grace Kelly y Alexa Chung tienen su propio bolso, Letizia también quiere uno, y eso solo se consigue a base de presión: llevándolo mucho. ¿No lo oís a lo lejos? “El Letizia, un must de la temporada” –y otras frases que se dirán a su paso-.

El día del desfile no fue su primera aproximación a los bolsos enormes. A la derecha, el día de la proclamación, con una cartera bien provista de… (rellene según proceda). © Cordon Press
El día del desfile no fue su primera aproximación a los bolsos enormes. A la derecha, el día de la proclamación, con una cartera bien provista de… (rellene según proceda). © Cordon Press

3. Para hacer ejercicio, porque lo que hay dentro no son potingues de mujer, sino mancuernas de 8 kilos. Que si se va a pasar el día entero de eventos, ¿cómo le va a dar tiempo a ir al gimnasio? Igual es una nueva técnica recién llegada de las working girls más adictas al fitness de la Gran Manzana. O quizá no, y es cosecha suya, y tendremos que copiarlo igualmente. ¡Quién sabe!

4. Sobra decir que las cerraduras de un palacio no son como las de tu casa: finitas, pequeñas y fáciles de cargar. Las llaves de palacio son grandes, pesadas y medievales, tipo Cenicienta, y eso NO SE LLEVA EN CUALQUIER BOLSILLO (ni las lleva cualquier persona, solo faltaba).

5. A sus niñas no les gusta el catering de la recepción. Por supuesto, tienen 8 años, no les des putufú de foie porque no se merecen semejante suplicio. Llévales sus bollycaos y sus zumitos en el bolso, perfecto para tener a mano cuando el hambre les ataque, antes de que se conviertan en su ‘yo’ más mundano e hiperactivo, su ‘yo’ de patio de colegio a las 12 de la mañana.

"Venga, que si os portáis bien os saco el Bollycao." © Cordon Press
«Venga, que si os portáis bien os saco el Bollycao.» © Cordon Press

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