La industria automovilística siempre ha sido y es sinónimo de glamour. De entre todas las categorías existentes, la Fórmula 1 se lleva la palma en cuanto a lujo. Un deporte que, a donde va, lleva consigo las fiestas más exclusivas y los invitados más top. Y si a eso además le sumamos un escenario tan idílico como el Principado de Mónaco, huelga decir que la diversión está asegurada. Por si nos quedaban dudas, coincidiendo con la víspera del Gran Premio de dicha localidad, la firma de relojería suiza TAG Heuer organizó el pasado sábado una «reunión» en el yate Seadream. Entre los asistentes a su White Party figuraban rostros sobradamente conocidos como el jugador de fútbol americano Tom Brady, ganador en cinco ocasiones de la Super Bowl con los New England Patriots; Bella Hadid, la modelo y ángel de Victoria’s Secret; Paulina Vega Dieppa, Miss Universo 2014; Cadel Evans, ganador del Tour de France 2011; Geri Halliwell, integrante de las Spice Girls; y Daniel Ricciardo, piloto de la escudería Aston Martin Red Bull Racing.

 

Tom Brady, Dan Carter, Daniel Ricciardo, Paulina Vega, Geri Halliwell-Horner, Bella Hadid y Cadel Evans.

 

Sí, lo sabemos, a nosotros también nos hubiese gustado estar ahí de charleta con Tom, presumiendo nuestras dotes de canto (en la ducha) con Geri o asesorando a Bella sobre cómo mejorar sus fotos en Instagram con nuestros tips secretos (aunque ella tenga 18 millones seguidores y nosotros nunca logremos salir de la zona low profile). Soñar es gratis, ¿no?

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También nos hubiera encantado aplaudir la hazaña de Ricciardo cuando intentó atrapar, en pleno yate, la pelota lanzada a toda velocidad por Tom Brady.

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Con una precisión extrema, y animado por Bella y Geri, el marido de Gisele Bündchen envío la pelota directamente a las manos del piloto australiano, que se encontraba en otra embarcación a 30 metros de distancia. Por algo ha ganado tantas Super Bowls este chico…

 

 

Y aunque no seamos pilotos de carreras, deportistas de élite, modelos internacionales o cantantes intergeneracionales, estamos seguros de que hubiésemos meneado nuestras caderas con mucho estilo al ritmo del DJ Martin Solveig.

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Fotos: Cortesía Tag Heuer