Moda
“Ya quisiera yo hacerme las fotos que se hace Dulceida, sus vídeos maravillosos y las producciones que lleva con ella. Es como comparar a Dios con un gitano”. Este es el comentario completo de Paula Echevarría cuando le preguntaron sobre la también embajadora de Pantene, Aída Domenech. Sin embargo; como en muchas otras ocasiones, el público prefiere quedarse con un titular morboso y no ir más allá del encabezado. ¿El resultado? A la protagonista de Los Nuestros le ha llovido un aluvión de críticas que la etiquetan de intolerante y políticamente correcta.
El primero en saltar a la palestra de las redes sociales, con un cabreo monumental ha sido el bailarín Joaquín Cortés, quien ha catalogado a la actriz de cateta y le asegura que su frase no se arreglará con un “lo siento”.
Me acaban de pasar esta información de #PaulaEchevarria y al principio pensé que era un error y que no había sido ella dueña de esas palabras pero me equivocaba… #ABC pic.twitter.com/AHm5Bllyv2
— Joaquin Cortes (@joaquin) 29 de junio de 2018
#PaulaEchevarria con tus declaraciones demuestra tu nivel cultural, tu educación, la falta de respeto por las personas y sobre todo tu falta de humanidad.
Llevamos años luchando por promover la igualdad entre razas,entre hombres y mujeres,entre religiones y llegas tú…— Joaquin Cortes (@joaquin) 29 de junio de 2018
Y llegas tú #PaulaEchevarria y menos precias a una etnia que ni siquiera conoces…👏🏼👏🏼Pocas veces me he sentido más avergonzado de una persona como de ti ahora.Lo q has dicho y como lo has dicho, el daño q tus palabras causan a muchísimos niños/as q te siguen no hay derecho.
— Joaquin Cortes (@joaquin) 29 de junio de 2018
#paulaechevarria y esto no se arregla con un “lo siento”. De verdad que mal gusto, que poca categoría y que poca vergüenza.
“Es como comparar a Dios con un gitano” 👏🏼👏🏼 con personas como tú se ve la cultura en este país.#paulaechevarriaverguenza— Joaquin Cortes (@joaquin) 29 de junio de 2018
Hasta el momento, la protagonista de Velvet no se ha pronunciado, pero el bailaor, no contento con sus declaraciones vía Twitter, también posteó en Instagram un llamado para que los personajes públicos cuiden sus palabras a la hora de hablar de las minorías.
Independientemente de que el comentario fuera o no acertado, que no es lo que vamos a juzgar (ya está el ciberespacio plagado de posicionamientos al respeto), lo único que vamos a poner sobre la mesa es la importancia que tiene leer las notas completas y verificar la información, antes de inclinarnos hacia un lado u otro de la balanza. ¿Por qué condenar e incluso satanizar a alguien después de ver un post o un comentario en redes sociales, sin antes dedicarle 5 minutos a contrastar la información con una fuente fidedigna?
Fotos: Getty Images