“Tratar con las formas estructuradas de camisetas y sudaderas en esta colección es casi como trabajar con lienzos en blanco. He decidido pintar pronombres porque me gusta la idea de una palabra, y el sentido drámatico que la rodea. Pensar en una palabra puede crear una atmósfera y hay un cierto misterio en ello. La serigrafía hace que las piezas se vean más elaboradas y que cada una es única. Especialmente los estampados abstractos casi parecen tie-dyed, pero son más como una forma de arte. Me gustan los contrastes y cuando algo inesperado es glamuroso”, explica Kim Gordon.

La bajista recoge sus referencias, pero las actualiza mirando hacia el futuro: su hija Coco, que se encarga además de protagonizar la campaña de esta cápsula formada por básicos de algodón orgánico y pañuelos de seda estampados con los dibujos de Gordon.