El inmenso mundo del Internet puede ser un gran recurso, pero también puede ser un lugar peligroso, especialmente para los niños que están descubriendo el mundo a través de sus pantallas. 

Conforme los niños obtienen acceso a Internet a través de dispositivos, redes sociales y plataformas de juegos online, se vuelven más vulnerables, especialmente cuando no tienen atención de sus padres o supervisión de los contenidos. 

Uno de los peligros latentes para los niños más preocupantes del momento se llama “Online grooming”, y se refiere a un tipo de acoso y abuso sexual que, en el mejor de los casos, puede dejar secuelas psicológicas profundas para los menores.

De acuerdo con organizaciones que se dedican a prevenir esta clase de daños a la infancia, online grooming se refiere a cuando un adulto forja una relación virtual con un niño, para satisfacer una necesidad o vacío en su vida y aprovecharse de sus vulnerabilidades. 

Es un proceso que puede durar varios meses, creando confianza a través de la manipulación, para finalmente explotar a los niños a través del abuso, la explotación sexual o la trata. Con el tiempo, las conversaciones sexuales e íntimas, así como los materiales obtenidos se “normalizan”, por lo que oficialmente el menor está viviendo algún tipo de acoso, abuso y explotación sexual a través de Internet. 

En el peor de los casos, lo virtual se lleva a la realidad, por lo que los menores corren aún un mayor riesgo de sometimiento.

De acuerdo con Save The Children, los llamados depredadores sexuales usan diversas tácticas para explorar las vulnerabilidades de los niños, y darse cuenta si pueden avanzar para lograr sus objetivos:

-Envían muchos mensajes a los niños y reciben respuestas.

-Piden al niño que mantenga sus conversaciones en secreto.

-Hacen preguntas para averiguar si un niño está solo en una habitación.

-Envían mensajes sexuales que podrían disfrazarse de elogios o preguntas sobre experiencias sexuales pasadas.

-Intentan obtener información personal sobre el niño o el lugar donde vive.

-Manipulan a los niños para enviar fotos o chantajearlos con fotos que el niño ya haya enviado.

Como verás, la práctica del online grooming es similar a la que haría cualquier depredador sexual en la calle, con una importante diferencia: pueden mentir sobre su nombre, edad, género, experiencias de vida y esconderse tras una identidad virtual completamente falsa.

¿Cómo evitar que suceda?

Depende de la edad del niño, hay varias formas de aproximarse al tema. Sin embargo, hay una medida infalible que regresa a los principios más básicos de la paternidad y que funciona sin importar la edad: estar al pendiente de tus hijos.

Mientras un niño se sienta amado, escuchado, atendido y tenga la suficiente atención de sus padres, más difícil será que caiga en las trampas de estos depredadores sexuales.

Sin embargo, nadie está exento, especialmente en esta época de hiperconectividad. Otra buena manera de prevenirlo es hablar sin rodeos con los niños, explicándoles en una plática que vaya de acuerdo a su edad, sobre los riesgos que pueden encontrar en Internet, para que puedan identificarlo en etapas tempranas en caso de presentarse.

Finalmente, ofrecer confianza para platicar de cualquier cosa sin que existan regaños de por medio, crea una relación sólida con los hijos, motivándolos a abrirse contigo ante cualquier circunstancia difícil.

*Imagen: Unsplash