Moda
Esta tarde ya lo contábamos: Meghan Markle está de regreso en Reino Unido. Y no ha podido ser más espectacular su regreso, para llevar a cabo sus últimos compromisos como una royal. Si por la tarde la vimos con un estilo muy ella, en color beige, para asistir a los Premios Endeavour, la duquesa ha querido darlo todo para que todos los flashes la disparen solo a ella.
Y así ha sido. Para asistir a los os Endeavour Foundation Awards, los duques de Sussex no han tenido miedo al frío y la lluvia y han caminado juntos, cogidos del brazo como en una película romántica y debajo de un paraguas. No han parado de sonreir, y eso que lo que se avecina con su salida definitiva de la Familia Real Británica no algo pequeño.
Volviendo a look de Meghan, la duquesa ha deslumbrado y no han importado los 6 grados de la capital británica, para enfundarse en un vestido entallado en un azul precioso y brillante que la favorecía, y que firma Victoria Beckham (quizá un guiñó a su regreso a suelo británico). Le sentaba estupendo y realzada su figura, totalmente recuperada después de la llegada del pequeño Archie Harrison, quien esta vez no ha acompañado a sus padres en este viaje.
Para acompañarlo, ha optado por unos salones en ante azul marino, de Manolo Blahnik y un bolso clutch efecto mármol, de Stella McCartney. Todo muy british, ¿o no?
Hasta aquí ya tenemos un LOOKAZO en toda regla, pero Meghan ha querido ir más allá y el beauty look ha terminado de completar un look de noche brutal. Primero con una coleta baja XL, con raya en medio, que dejaba al descubierto el rostro: sombra suave, cejas marcadas, color en las mejillas, mucho efecto glossy y labios rojos.
¿Se puede pedir más para llegar y triunfar? Veremos con qué se supera los próximos días en los eventos que tienen por delante, y después decidimos. Mientras tanto, esta noche Meghan se ha llevado el 10.
*Imágenes: Getty Images
