Después de una boda de cuento de hadas ya dábamos por sentado que el siguiente capítulo en historia de Meghan Markle y el príncipe Harry era el de «vivieron felices y comieron felices» o, lo que es lo mismo, una luna de miel de ensueño. Pues nada más lejos de la realidad. Como ya habían vaticinado algunos medios, la pareja ha tenido que posponer su viaje de recién casados para otro momento a demanda de su agenda oficial.

Tres días han tardado los duques de Sussex en asistir a su primer evento como marido y mujer. El acto forma parte de la celebración del 70 cumpleaños del príncipe Carlos que, aunque oficialmente es en noviembre, parece que harán una especie de boda gitana para celebrarlo, como en 2016 cuando la reina Isabel II se convirtió en nonagenaria.

Para la ocasión, Meghan Markle se decantó por un vestido de crepé de seda, en color rosa palo, que, según el blog Meghan Mirror, es de la firma Goat —una de las firmas más recurrentes de Kate Middleton— y cuesta 560 euros. En la cabeza, un sombrero de Philip Treacy, pendientes de Vanessa Tugendhaft Idylle Earrings y en la mano (además de su ya internacionalmente famoso anillo) un clutch de Wilbur & Gussie.

¿Qué te ha parecido el look de la duquesa de Sussex?

Fotos: Getty Images