Las mascarillas deberían ser parte de nuestro ritual de cuidado habitual, sobre todo, en melenas con coloración o tratamientos químicos. Son todo un chute de nutrición y reparación para nuestro pelo y eso las convierte en totalmente imprescindibles.

Hoy te taremos varios tips de experto, para que

Empezar a trabajar

La base de cualquier cuidado es la limpieza, por eso cuando trabajemos con el pelo, tenemos que tener el pelo limpio. “Debemos aplicarnos la mascarilla según las necesidades de nuestro pelo, que pueden variar entre una vez a la semana o cada dos. Sin embargo, el pelo debe estar limpio y sin restos de todo tipo, ya que pueden impedir la eficacia de la acción de la mascarilla. En un pelo limpio, libre de suciedad, grasa y restos de productos el folículo piloso se encuentra listo para absorber al máximo los nutrientes y principios activos que le estamos aportando. No hacerlo así, dificulta que logremos mejorar su estado.”, asegura M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera desde Santa Cruz de Bezana (Cantabria).

Horario nocturno

Aplicarla por la noche nos ahorra tiempo y nos asegura que la mascarilla ha tenido tiempo para trabajar, la mejor opción para aquellas a las que les faltan horas. “Si nos ponemos la mascarilla por la noche, le estamos dando un cuidado más reparador al pelo, ya que permitimos que absorba todos los ingredientes y que se mantengan por más tiempo. Solo tenemos que tener en cuenta que el pelo esté limpio y dormir con un gorro de ducha. A la mañana siguiente, retiramos la mascarilla con un lavado y disfrutamos del resultado.”, aconseja Charo García de Salón Ilitia desde Valmaseda (Vizcaya).

Adáptala a tus necesidades

No todas las melenas parten de las mismas condiciones ni tienen las mismas características, así que lo primero es recurrir a un producto que se ajuste a nuestro pelo. “Una mascarilla maravillosa puede no funcionar si no le aporta nada a tu pelo porque no está pensada para lo que tú necesitas. Así que es muy importante dejarte asesorar por un profesional si no lo tienes claro. Del mismo modo, no todas las fibras capilares son iguales, algunas son más finas y otras son más gruesas. Flexibiliza el tiempo que dejas la mascarilla para que pueda actuar profundamente.”, matiza Raquel Saiz de Salón Blue desde Torrelavega (Cantabria).

Aplícala bien para un máximo rendimiento

Para que pueda realizar su función debe estar presente de forma homogénea por toda la melena, repártela bien. “Para poder distribuir la mascarilla uniformemente, podemos recurrir a un peine de púas anchas, mejor de madera, o bien con los dedos, haciendo hincapié en las puntas que es la zona que habitualmente está más dañada. Aprovecharemos para masajear y permitir que penetre mejor. Un truco para que se absorba mejor es aplicar calor con un secador, ya que abrimos la cutícula y dejamos paso a la mascarilla. Cuando nos lavemos el pelo para retirarla, aconsejo hacerlo con agua tibia o fría para que se selle y quede protegida.”, recomienda Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.

También en momentos extra

Si necesitamos un cuidado extra entre semana, la podemos incorporar al lavado como sustituta del acondicionador. “Si queremos darle un plus de cuidado a nuestro pelo, la mascarilla puede reemplazarse por el acondicionador. Eso sí, deberemos enjuagar bien para eliminarla, ya que al ser más densa pueden quedar restos que dejarán un aspecto un tanto feo en el pelo.”, nos matiza Alexander Kiryliuk de SK Style Barcelona desde Barcelona.

La importancia de los ingredientes

La composición de las mascarillas importa y mucho, cuánto más concentrada y natural, mejor. Más efectiva y respetuosa será con nuestro pelo. “Las mascarillas más económicas suelen incorporar más ingredientes sintéticos como siliconas que enmascaran el cuidado. Por eso, siempre recomiendo productos con un alto porcentaje de principios activos naturales. También es imprescindible saber escoger la mascarilla, por ejemplo, para el pelo muy dañado, le recomiendo aquellas mascarillas elaboradas a base de aceite de coco o miel que nutren, retienen la humedad y evitan la rotura. Para el pelo deshidratado va muy bien aquellas a base de aceite de oliva. Se trata de escoger aquella que sabemos que nos va a proporcionar lo que necesitamos y, además, sin crear más daño.”, señala Felicitas Ordás de Felicitas Hair desde Mataró (Barcelona).