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Atención a navegantes: comedia romántica, sí, pero poco cursi e hispano-gamberra, con todo lo que de identificativo puede suponer para los espectadores patrios. Solo hay que leer brevemente el argumento de Ahora o nunca, dirigida por María Ripoll, para imaginarse la que puede montar un grupo de españoles en tales circunstancias: Álex (Dani Rovira) y Eva (María Valverde) deciden casarse en un pueblito inglés, donde se conocieron. Ella y su séquito ya están allí, y es el novio -con el resto de la parentela- quien debe trasladarse… hasta que hay una huelga de controladores que implicará recorrer media Europa, montar en avión, en helicóptero, en tren, en autobús, en taxi o en bici y sacar esa mezcla de arrojo+inventiva que tan buenos resultados suele dar en el cine español. Seguramente porque de eso se compone, en realidad, el españolito que todos llevamos dentro.
La que espera y desespera es María Valverde (Madrid, 1987), que por fin se libera de corsés y da rienda suelta a esa parte divertida y alocada tan necesaria, toda vez que, desde La flaqueza del bolchevique (2003), su debut, no ha parado de hacer papeles (y papelones) dramáticos. Además, lo hace sin complejos y con primeros espadas de la comedia como Rovira, Jordi Sánchez o Yolanda Ramos.
Esta película la podemos ver todos, pero es muy para chicas, ¿o no?
Lo es, eso es cierto. De hecho, cuando leí el guión y después la he visto, he comprobado que es la típica película romántica. Me he sentido muy Drew Barrimore. ¡Por fin lo he conseguido!
El amor mueve montañas, pero aquí mueve a decenas de invitados, vuelos, coches, trenes… ¿Tan grande puede ser ese sentimiento?
Me gusta pensar que sí puede ser grande. En el fondo una tiene que ser romántica y luchar por lo que quiere, y en Ahora o nunca hacen lo posible para conseguir casarse. Creo que el amor termina siendo eso. Aunque hoy está un poco sobrevalorado, creo que hay que ser romántico.
¿Sobrevalorado por qué?
Por las realidades paralelas que vas viendo. A día de hoy una relación bonita te dura poco, por las redes sociales, por ejemplo, que nos avasallan. El romanticismo se ha perdido. Antes se escribían las cartas de amor, o cuando quedabas sin teléfono… ¡Aunque todo me lo han contado, porque yo he crecido con móviles!
Es un ‘ahora o nunca’, como el título de la película.
Sí, la vida va muy deprisa, terminamos siendo extremistas y se convierte en: “Ahora o nunca, o me olvido”. Pero en la peli ese mito se va rompiendo poco a poco, porque las cosas se van modificando y los protagonistas tienen que ser flexibles precisamente por las peripecias que se ven obligados a vivir. En esta película, el ahora o nunca es la energía o impulso, para hacer las cosas que uno quiere, el ser valiente. Hay que ser valiente para amar y lo inteligente es saber modificarte y ser bambú.
Dani Rovira y tú tenéis un grupo de secundarios que representan los prototipos de los personajes de cualquier boda.
Totalmente. Hay personajes como la tía Nines, por ejemplo, (que, por cierto, tiene un blog) que es muy característica. Lo bonito de esta película de María Ripoll es que es muy coral, no se centra exclusivamente en los personajes de Álex y Eva, sino que todos los que les rodean son muy importantes para las tramas. Además, es una boda española y llaman la atención allá donde van, es lo bueno.
Los escándalos que van montando por cada país que pasan son divertidísimos. También es una forma de desacralizar las bodas, ¿verdad?
Sí, la peli en realidad es más el cómo llegar a la boda que la boda misma, es la aventura que viven los personajes para llegar a lo que han preparado durante meses. Yo, por ejemplo, espero a que Álex llegue a Inglaterra, donde estoy yo, y además tiene que recoger mi vestido. Las bodas suelen ser un caos en la preparación, tiene que ser muy estresante.
Y ¿cómo sería la boda de María Valverde?
Sería una fiesta de varios días celebrando que amo a la persona con la que estoy… Pero creo que se acercaría más a la boda de Alex y Eva, un poco caótica. La recordaría con más cariño.
¡Por fin te ha llegado la oportunidad de interpretar tu primer papel cómico!
Es mi primera comedia, sí, y ha sido una liberación de espíritu. Me han dado la oportunidad de volverme un poco loca y no tener prejuicios de mí misma. Me he ido quitando capas, y he sacado la María más real, para ponerla en un personaje que se llama Eva. En el fondo ha sido un poco terapia para mí.
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— Maria Valverde (@mariavalverde) junio 8, 2015
Hace un tiempo te fuiste a vivir al Reino Unido. ¿Sigues dividida entre Londres y Madrid?
Sí, vivo allí pero ahora estoy en España porque estoy rodando Gernika, con la promoción de Ahora o nunca… Estoy a caballo, yo lo llamo divertirme con la maleta. Además acabo de rodar una película en Azerbaiyán, titulada Alí y Ninó [en la que interpreta a una mujer que vive una apasionada historia de amor entre un musulmán y una católica en vísperas de la revolución bolchevique de 1917]. Y esto ha sido mediante una productora británica. Quiero crecer como ser humano y estas experiencias me lo permiten.
Fundamentales entonces las redes sociales para mantenerte en contacto con el mundo.
Sí, para mí tanto Facebook como Twitter e Instagram están para acercarme a la gente que me quiere y que me sigue o pretende saber de mí. Facebook es más profesional: en ella cuento en qué momento estoy de mi carrera. En Twitter es más opinión sobre mi trayectoria, e Instagram es la más personal: mis gustos, qué estoy viviendo en ese momento, lo que me inspira de mis hobbies… Hay que llevar una línea de trabajo en las tres, y si comparto algo similar en las tres lo intento hacer desde tres momentos de ese hecho diferentes.
¿Y utilizas esas redes para desahogarte, como hace tanta gente?
Me desahogo en mis amigos, pero las redes son una manera bonita de que te conozcan siendo una persona real, de carne y hueso, y que puedan tener un ejemplo en ti. Hay que ser responsable a la hora de escribir. Es muy delicado.
Con tanta maleta en tu vida, ¿con qué ropa te armarías un look de verano para sentirte a gusto donde estés?
Pues sobre todo un vestido fresquito, o bermudas bastante sueltas porque no me gusta ir ajustada. Y zapatos planos, sandalias e incluso descalza. Pero no llevaría mucha ropa. Respecto a los complementos, anillos y colgantes, pero todo muy minimalista.
Y poco sol…
¡Ja, ja! Sol cero, parezco Cásper.
Esa playa a la que no renunciarías.
Una cala desértica. Me quedaría con Menorca.
Adelántanos algo de tu rodaje de Gernika.
Sinceramente, rodarla está siendo muy fuerte porque fue un acontecimiento histórico muy desagradable. Nunca se ha sabido mucho de él, la verdad. Somos cuatro personajes, y yo interpreto a una censora. Se narra cómo viven el bombardeo terrible de la localidad. ¡Y estoy rodando en inglés y en euskera!
Ahora o nunca llega a los cines el viernes 19 de junio.
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