Moda

La espera ha terminado: Andy Sachs está de regreso. Sí, han pasado casi 20 años desde que vimos a la joven periodista dar un portazo simbólico a Runway y a Miranda Priestly.
Hoy, con más madurez, estilo depurado y una audiencia más hambrienta de moda que nunca, Anne Hathaway vuelve al papel que redefinió la relación entre el cine y la moda en una de las películas más influyentes de los 2000.
Con la producción de El diablo se viste de Prada 2 oficialmente en marcha, el regreso de Hathaway ha desatado una ola de emoción en redes sociales. Y no solo por la historia, sino por lo que todos queremos ver: los looks. Porque si algo nos enseñó la primera entrega es que la ropa también habla, transforma, y en este caso, cuenta una evolución de personaje sin necesidad de diálogo.
Denim, blanco y estilo effortless

En las primeras imágenes del rodaje en Nueva York, Anne fue vista con un conjunto que grita sofisticación relajada: una falda vaquera larga, un tank top blanco y un chaleco gris ligeramente oversized. Una fórmula que combina básicos con estructura, ideal para una Andy que ya no necesita probarle nada a nadie.
Este conjunto, aparentemente simple, refleja la esencia del nuevo lujo silencioso: siluetas cómodas, colores neutros y materiales nobles. La clave está en cómo se lleva: con confianza, actitud y equilibrio. Aquí, Andy ya no sigue tendencias, las impone.
Poder femenino versión 2025

Días después, Hathaway publicó en sus redes una imagen que rápidamente se volvió viral. En ella, su personaje luce un pantalón de vestir barrel cut en tono carbón y un chaleco a juego usado como blusa, un loo vintage de Jean Paul Gaultier. El conjunto remite al uniforme de la mujer moderna: funcional, pulido y poderoso.
Completó el look con botas negras de tacón cuadrado, un peinado limpio y accesorios mínimos pero certeros. Es un look que bien podríamos ver en una ejecutiva de Condé Nast o en la primera fila de un desfile en París. Andy Sachs ha vuelto, y ahora dirige la conversación.
Un accesorio viral: el FENDI Basket Forty8

Otro elemento que no pasó desapercibido fue el bolso que Hathaway llevó en una escena reciente: el FENDI Basket Forty8, una reinterpretación elegante de la clásica market bag de los 80. Hecho en plástico con detalles de piel, este accesorio demuestra que lo nostálgico puede ser elevado, útil y chic al mismo tiempo. Una elección que conecta pasado y presente, justo como lo hace esta secuela.
Nostalgia renovada con denim y flores
En uno de los looks más encantadores que hemos visto del rodaje de El diablo se viste de Prada 2, Anne Hathaway reaparece como una Andy Sachs madura, segura… y más estilosa que nunca. En esta ocasión, el icónico personaje apuesta por un mono vaquero con corte sastre, enriquecido con parches florales bordados y un distintivo parche de Ford, que mezcla nostalgia y modernidad en una sola prenda.
Debajo, lleva una blusa blanca minimalista que equilibra la riqueza del denim, mientras que los accesorios elevan completamente el look. La elección de una bolso negro de Valentino con cadena dorada refuerza su aire editorial, y unas gafas de sol cat-eye aportan ese misterio propio de quien ha conquistado la industria.
Con este outfit, Andy deja claro que ha evolucionado, pero no ha perdido la esencia que la convirtió en un ícono de estilo inolvidable.
¿Estás lista para volver a Runway? Porque nosotras sí.
*Imágenes: Getty Images y Redes Sociales