No importa cuántas veces la hayamos visto. Cuando una nueva imagen de Miranda Kerr irrumpe en nuestras pantallas (y lo hacen muy a menudo) entran unas ganas irrefrenables de, primero aplaudir su enésima combinación impecable e, inmediatamente después, esconder la cabeza bajo el teclado ante un armario tan perfecto y, en apariencia, inimitable.

Pero no corramos, porque no conviene hacer ninguna de las dos cosas. La primera, porque conllevaría explicaciones innecesarias a los compañeros de mesa y la segunda, porque si nos escondemos no podremos analizar que en realidad los looks perfectos de la australiana no son más que mezclas acertadas y combinaciones de básicos que todos escondemos en el fondo del cajón (bueno vale, y que ella adereza con un it bag).

Cuando tengo que trabajar me meto en el papel de modelo; entonces nunca faltan los zapatos de tacón. En cambio, como madre adoro ir al parque a jugar con mi hijo, para esas tardes bajo unos centímetros y no me separo de unas buenas bailarinas.

¿Su broche final? Una perpetua sonrisa que acompaña de una risilla contagiosa cuando nos la encontramos cara a cara con motivo de su presentación como nueva imagen de Mango. Entonces podemos comprobar como su halo de perfección no desaparece con el golpe de realidad. Todo lo contrario, se magnifica con su sencillez y cercanía.

Con un cuerpo que levanta envidias y admiración allá donde va (no cualquiera puede colgarse el cartel de ángel de Victoria’s Secret), la modelo ha conseguido además convertirse en una top respetada por el mundo de la moda desde que fuera retratada por Steven Meisel para la portada de Vogue Italia en septiembre del 2010. Ha desfilado para Chanel, Prada o Balenciaga (embarazada de su hijo Flynn) y ha protagonizado campañas y editoriales en las cabeceras más prestigiosas. ¿Su última campaña mundial? Convertirse en la protagonista del primer anuncio para televisión que hace la firma Swarovski.

A pocos meses de cumplir 32 años, convertida en una de las tres modelos más googleadas de 2014 y manteniendo una relación envidiable con su ex Orlando Bloom por el bien de su Flynn, Miranda nunca olvida la máxima que le confió su abuela: “A los hombres les gusta ver belleza, no lo olvides. Maquíllate cada día, luce lencería bonita y conservarás a tu marido para siempre”.

De imagen fresca y femenina, Miranda Kerr nos confiesa sus imprescindibles para esta temporada, “vaqueros, camisetas, una americana negra, una falda de cintura alta y sombreros que levanten cualquier look”. Imprescindibles que a su vez se convierten en básicos necesarios sobre los que construir un armario perfecto.

¿Cómo? Tomamos nota de las lecciones de la australiana, estudiamos sus estilismos y aprendemos cómo vestirnos para cada ocasión con los siete fantásticos de Miranda.

[galeria]