Cuando se presentó la primera colaboración de Balenciaga y Crocs en el desfile de la colección Primavera-Verano de 2018, se pensó que era una boutade de un Demna Gvasalia que aún conservaba su apellido y que era percibido por mucha gente más como un outsider iconoclasta y punk (que lo era y lo sigue siendo) que como uno de los diseñadores que manejan y dan forma a la moda contemporánea gracias a una visión y a una capacidad interpretativa inédita en más de una década (algo que también era y sigue siendo).

En cualquier caso, ya entonces la presentación de las Crocs de Balenciaga generó escándalo e indignación, sobre todo en redes. Los aficionados a la moda comenzaron a crear memes de todo tipo. Algunos se rasgaban las vestiduras por el atroz ataque a todo lo bello que había perpetrado el diseñador georgiano y otros decretaban el fin de la sociedad occidental por culpa de unos zapatos de plástico, o mejor dicho de Croslite™, la resina patentada que Crocs que utiliza en todos sus productos.

“ARRIESGADA” DECISIÓN

En definitiva, una forma de decir “soy tan cool que puedo permitírmelo”. Además, y esto lo sabe todo el mundo, los Crocs son cómodos.

Las nuevas sandalias de Balenciaga x Crocs están disponibles en diferentes iteraciones. La silueta presenta el icónico diseño de Crocs son una plataforma de 5mm como la del modelo «Classic Bae».

Diseñadas por Demna son la continuación de las HardCrocs, las Crocs con tacón de 80 mm de Madame y las Croc Boots de Kanye West, que se remontan a la primera colaboración de la marca con Crocs.

La silueta viene en verde, negro, rosa, blanco, amarillo y con estampado de tulipán y un diseño floral.  Las sandalias Pool Crocs Slide cuestan 565 dólares independientemente de la combinación de colores.

Declaración

No hace falta decir que desde aquel desfile, el éxito de Crocs, tanto en las versiones caras y de moda en colaboración con Balenciaga, como en las versiones “clásicas” o completamente absurdas (un vistazo al catálogo online, adentrándose en los diseños más extravagantes, te llevará a exclamar “no es posible que lo hayan hecho de verdad”), las cuales son más asequibles, ha aumentado exponencialmente. Y, al igual que otras sandalias chic más radicales, los suecos de plástico han pasado de ser algo innombrable y capaz de provocar desmayos a primera vista, a convertirse en una afirmación de despreocupación y autoironía, así como de conciencia de la moda, una declaración de identidad con la que gritar al mundo que se sabe manejar “la estética de la fealdad”.

*Imágenes: cortesía