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Kamala Harris está viviendo un momento trascendental en su carrera política. Tras el anuncio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de retirarse de la candidatura por la reelección presidencial, el nombre de la vicepresidenta ha surgido como posible sucesora.
Sin embargo, ahora se le relaciona a Kamala con el fenómeno del “acantilado de cristal”. Este término se refiere a la tendencia de que las mujeres accedan a posiciones de liderazgo en tiempos de crisis, cuando las probabilidades de fracaso son mayores. Esta situación pone de manifiesto la aparente contradicción de que, aunque se considere que las mujeres tienen una mayor capacidad para liderar en momentos difíciles, también se nos utiliza estratégicamente para mostrar un supuesto cambio en la manera de hacer las cosas.
El caso de Kamala Harris ilustra perfectamente este fenómeno. Muchas personas se preguntan por qué no fue candidata desde el principio, considerando la avanzada edad de Biden y su estado de salud. Parece que solo una crisis política de esta magnitud permitió que una mujer, y además una mujer afroamericana, fuera considerada seriamente como candidata a la presidencia.
La investigadora Michele K. Ryan, quien acuñó el término “acantilado de cristal” en 2004, señala que este fenómeno puede distorsionar la percepción de las capacidades de liderazgo de las mujeres. Cuando las empresas o instituciones funcionan peor bajo el liderazgo de una mujer, se tiende a culparlas, ignorando que muchas veces fueron puestas en situaciones que ya eran desfavorables.
Es importante entender que este “acantilado de cristal” no se limita al ámbito político, sino que se extiende a grandes empresas, deportes y otros sectores donde las mujeres han comenzado a romper el “techo de cristal”.
El ascenso de Kamala Harris como posible candidata presidencial es un hito significativo, pero también una oportunidad para reflexionar sobre los retos que enfrentan las mujeres en el liderazgo. Mientras nos preparamos para los resultados electorales, es crucial reconocer y cuestionar las estructuras que perpetúan estos obstáculos y trabajar hacia un entorno donde el liderazgo femenino no sea solo una opción en tiempos de crisis.
Kamala Harris está en el centro de una narrativa compleja y desafiante. Su historia nos invita a mirar más allá de los triunfos individuales y a enfocarnos en los cambios sistémicos necesarios para una verdadera igualdad de género en todos los ámbitos de la sociedad.
*Imagen: Getty Images