Jeremy Scott es de esos personajes que no se guardan nada —y cuando nos referimos a nada, esto es literalmente—. Uno de los diseñadores más aplaudidos por la cultura Pop está en la cima de su carrera, una que inició en París en 1997 con un desfile en un bar que indagaba en la deconstrucción y el minimalismo. Ahora, Scott es director creativo de Moschino y también dirige su homónima firma, misma que es favorita de celebridades como Miley Cyrus, Rita Ora, Rihanna y Katy Perry.

Si hay algo que define a este personaje es precisamente su extravagancia. El color es básico cuando se trata de crear una nueva colección, temporada tras temporada, y la nostalgia es uno de los pilares de su estética. De ahí que su colaboración con MAC concluyó en un packaging inspirado en la música de las décadas de los ochenta y noventa —CDsboom boxes e incluso cassettes— con las tonalidades que crean el vínculo especial entre el creativo y estos momentos melancólicos. “Honestamente me inspiré en la idea de hacer un empaque en forma de boom box y pensando en qué medida la moda y la música son parte de mi carrera. [Además hay] muchos músicos a los que visto y performers con los que colaboro que me inspiran y a quienes también inspiro”, declaró el nativo de Kansas City sobre la concepción del proyecto que inició hace dos años.

“La música es muy importante en mis creaciones […] y quería crear esta paleta [de colores] que reflejaran un boom box y luego [agregar] el ecualizador, y después pensé: ‘podemos agregar un cassette y un CD’. Así que de ahí viene toda esta idea que captura la música”, agregó.

Para Jeremy la música también juega un papel importante dentro de sus pasarelas. Junto a su amigo y colaborador, Michel Gaubert (el famoso DJ de la moda), y por quien se declara afortunado de tener a su lado, el dúo hace que la colección y el tema compaginen para promover el extraordinario mundo que el creativo está buscando comunicar.

Al igual que con MAC —en contexto, todo viene a raíz de la música— el proceso creativo con Gaubert es orgánico. Para crear el tema de cada pasarela, Scott explica que la magia empieza con el DJ conociendo la idea general, la escenografía y los pequeños detalles de la colección. Declarando que sus shows son teatrales, la sinergía entre estos dos elementos engrandecen su excentricidad.

A decir verdad, nada de esto sería posible sin la imaginación de Jeremy Scott que, como lo pone con una sonrisa: “Esa es la mágica industria de la creatividad. Eso es algo que yo, probablemente, no me puedo explicar. Son solo estas cosas que suceden en mi cerebro y la manera en la que veo al mundo”.

No existe una receta que marque el destino, más bien, es un método de responder a los íconos y la iconografía del momento y agrega: “Para mí, como diseñador, mi meta es comunicar. Más allá del idioma, están los visuales”. Siendo tan literal, es como Scott comprende llegar a las masas. Y aunque no todos sepan sobre el verdadero concepto de los elementos que hay detrás de sus colecciones y de esta colaboración con MAC, para él, el ser humano relaciona ciertos símbolos con la vida cotidiana. Así es como su fantasía se edifica y promueve sus valores básicos.

Fotos: Getty Images