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Se acabó eso de ser la eterna dolida de Hollywood, la Chenoa de Beverly Hills a la que dejó su primer gran amor después de haberlo mostrado al mundo (y, sobre todo, a los medios) como el mejor de todos. Para Jennifer esa etapa acabó hace mucho, por mucho que algo en nuestra cabeza nos siga preguntando de vez en cuando: “¿Qué hubiera pasado si Brad Pitt no se hubiera ido con Angelina?”.
Pues, probablemente, la historia hubiese sido muy distinta: Jennifer sería madre de cinco rubísimos hijos con los ojos de su celebérrimo padre, y el bucle de ser ‘la mujer de’ no tendría fin. Pero las cosas han cambiado: en 2005 rompió con Brad y, como ya dijo hace unas semanas, está harta de que se le siga exigiendo tener hijos, como si hubiese decepcionado al mundo como mujer por no haberlo hecho.
Sin embargo, y a pesar de llevar tres de esos diez años comprometida con Justin Theroux, la historia de siempre le sigue persiguiendo: ella tiene que seguir dolida por Brad, porque ¿quién no estaría destrozado de por vida si Pitt le dejase? Pues eso. Pero vaya, que no.
Así lo ha confirmado, por primera vez en todo este tiempo, en una de sus últimas entrevistas con CBS Sunday Morning donde se le preguntaba por el suplicio de que esta historia siguiera persiguiéndola: “No lo encuentro doloroso, la verdad. Creo que es una narrativa que me va a perseguir porque es un titular interesante. Es más un tema de los medios que otra cosa”, dijo la actriz.
Pues olé tú, Jen. Si a ti no te afecta, todos contentos. Menos el entrevistador, que quiso seguir indagando en el asunto y acabó preguntándole si tenía algún tipo de relación con su ex, que si hablaban de vez en cuando, y todo ese morbillo inevitable alrededor del asunto: “Nos deseamos que todo vaya bien y todo eso, pero no es algo constante. Quiero decir: ¿tú hablas con tu ex mujer?”, le devolvió Aniston.
Vaya, que a otra cosa mariposa. Que Jennifer ya (¡ya…!) ha pasado página y que, por acabarse, se ha acabado hasta su papel como la eterna Rachel de Friends: el próximo domingo sabrá si su nominación al Globo de Oro por su papel en Cake llega a buen puerto… e igual los titulares empiezan a tomarla en serio.
