Janelle Monáe es de esas actrices que no tienen miedo a decir lo que piensan y menos cuando lo que piensan tiene que ver con temas relacionados con la mujer. En una reciente entrevista concedida a la revista Marie Claire, Janelle ha hablado sin tapujos sobre su visión del feminismo: «La sociedad debe empezar a tener respeto por la vagina». Más claro, agua.

Exacto.

No solo eso. Janelle va un paso más allá: «Hasta que cada hombre luche por los derechos de la mujer, deberíamos considerar dejar de tener sexo». Como lo lees. Una idea que, aunque pueda sorprenderte, no es para nada innovadora.

Janelle a su llegada a una de las fiestas post Oscar el pasado mes de febrero. © Getty Images
  • La literatura griega ya habló del tema

La huelga sexual más famosa de la historia es la narrada en la obra de teatro Lisístrata, de Aristófanes. En esta comedia antimilitarista y de resistencia no violenta, un grupo de mujeres se abstiene de mantener relaciones sexuales con sus maridos o amantes. ¿El objetivo? Poner fin a la Guerra del Peloponeso.

He aquí el juramento que aparece en la obra, que fue estrenada en el año 411 a.C.

Lisístrata: Todas las mujeres toquen esta copa, y repitan después de mí: no tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Cleónica: No tendré ninguna relación con mi esposo o mi amante.
Lisístrata: Aunque venga a mí en condiciones lamentables.
Cleónica: Aunque venga a mí en condiciones lamentables. (¡Oh Lisístrata, esto me está matando!)
Lisístrata: Permaneceré intocable en mi casa.
Cleónica: Permaneceré intocable en mi casa.
Lisístrata: Con mi más sutil seda azafranada.
Cleónica: Con mi más sutil seda azafranada.
Lisístrata: Y haré que me desee.
Cleónica: Y haré que me desee.
Lisístrata: No me entregaré.
Cleónica: No me entregaré.
Lisístrata: Y si él me obliga.
Cleónica: Y si él me obliga.
Lisístrata: Seré tan fría como el hielo y no le moveré.
Cleónica: Seré tan fría como el hielo y no le moveré.
(…) Lisístrata: ¿Todas han jurado?
Mirrina: Todas.

¿Te suena? Maribel Verdú dio vida a Lisístrata en la película del mismo nombre en 2003.

  • ¿Realmente sirven para algo las huelgas sexuales?

Sí. En 2003, la activista Leymah Gbowee y la asociación Women of Liberia Mass Action for Peace llamaron a las mujeres de Liberia a organizar un boicot sexual, entre otras protestas no violentas. Gracias a esta iniciativa, la segunda guerra civil liberiana terminó después de 14 años de lucha armada. Inmediatamente después, Liberia eligió a la primera mujer presidenta del gobierno del país, Ellen Johnson Sirleaf. Ambas recibieron el premio Nobel de la Paz en 2011.

Leymah Gbowee (izda) y Ellen Johnson Sirleaf (dcha), en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz en 2011. © Getty Images

Kenia, Colombia, Turquía, Filipinas, Togo y México también han vivido conatos de huelgas sexuales como actos de protesta. Sinceramente, nunca había pensado que el sexo pudiese tener tanto poder en una sociedad. Sin embargo, está claro que en un mundo en el que la sexualidad lo invade todo (publicidad, cine, televisión, moda…), suprimir las relaciones sexuales puede ser el mayor de los castigos.