Por Bárbara Escamilla.

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A veces, el celebrar una boda especial no es cuestión de presupuesto… si no de imaginación.

Conocemos las pautas de las bodas tradicionales. Pero hay otras opciones. Es momento de sentirse libre para decidir hasta el más mínimo detalle, desde la ropa y el menú hasta la ceremonia y la decoración. Todo vale. Todo cabe. ¿Lo único importante? Que sea uno de los días más divertidos para los novios y sus acompañantes.

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