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Cada gran galardón abre un portal hacia una vida y una obra. Con la edición 2025 del Premio Miguel de Cervantes, ese portal se abre hacia la figura del mexicano Gonzalo Celorio, un escritor, académico y lector impenitente que ahora recibe el reconocimiento más alto de las letras en lengua española. El ministerio de Cultura de España lo anunció destacando su “excepcional obra literaria y labor intelectual con la que ha contribuido de manera profunda y sostenida al enriquecimiento del idioma y de la cultura hispánica”. (Cadena SER)
Una trayectoria que desafía categorías
Nacido en Ciudad de México en 1948, Gonzalo Celorio ha dedicado décadas al estudio, a la docencia, a la crítica y a la creación literaria. Profesor, editor (dirigió entre otros el Fondo de Cultura Económica), director de la Academia Mexicana de la Lengua desde 2019, su perfil es el de un “escritor integral”: creador, maestro y lector apasionado.
Su obra se despliega entre novela, ensayo, memoria y crítica literaria. Títulos como Mentideros de la memoria, Los apóstatas y Y retiemble en sus centros la tierra destacan por tratar la identidad, el paso del tiempo, la educación sentimental y la memoria colectiva con una prosa elegante, a ratos melancólica, siempre profunda.
Su prosa es elegante, íntima y profundamente humana. En ella conviven la historia personal, la memoria colectiva y una mirada lúcida sobre el tiempo y la pérdida. Celorio escribe como quien camina entre ruinas: con respeto, con ternura, con la conciencia de que la palabra también reconstruye.
¿Por qué ha sido elegido para el Cervantes?
El jurado lo definió como “una figura esencial para la literatura en lengua española, cuya obra conjuga reflexión, emoción y un dominio exquisito de la palabra”. Y es justo eso lo que representa: un autor que escribe con la calma del que observa y la intensidad del que siente. El jurado valoró varios factores:
- La capacidad de Celorio para explorar en su escritura “la identidad, la educación sentimental y la pérdida”.
- Su obra como “memoria del México moderno y espejo de la condición humana”, según se lee en los comunicados.
- Su contribución a la lengua española, tanto desde la creación literaria como desde el ámbito académico y editorial.
El premio —dotado con 125.000 euros— se entregará el próximo 23 de abril de 2026 en la Universidad de Alcalá, como homenaje a un autor que ha dedicado toda su vida a mantener viva la conversación de la literatura.
Un puente entre culturas, un premio que une México y españa
La concesión del Cervantes a un autor mexicano refuerza la naturaleza global de las letras en español. A través de Celorio, se enlazan México y España, tradición literaria y modernidad, raíces culturales y pensamiento cosmopolita. Como señala uno de sus artículos, “la alegría de encontrar a Cortázar” se mezcla con su propia experiencia, su herencia asturiana-cubana-mexicana y su pasión por la palabra.
El reconocimiento a Celorio refuerza los lazos entre ambas orillas del español. Su literatura, atravesada por la herencia cultural y familiar, dialoga con las grandes voces de la lengua: de Cervantes a Cortázar, de Rulfo a Fuentes.
Tres libros que hay que leer (al menos una vez)
Amor propio (1992)
Su primera novela es un viaje de iniciación en clave íntima y simbólica. Con una escritura elegante y confesional, Celorio retrata el tránsito entre juventud y madurez, entre el amor y la culpa. Es el libro que lo consagró como narrador y que marcó el tono de su obra posterior.

Y retiemble en sus centros la tierra (1999)
Crónica, memoria y relato urbano se mezclan en esta novela que recorre la Ciudad de México tras el terremoto de 1985. Es, a la vez, un homenaje a su país y una reflexión sobre cómo la pérdida transforma la identidad colectiva. Una obra imprescindible para entender al autor y al México contemporáneo.

Mentideros de la memoria (2020)
Su libro más reciente y más íntimo: una serie de ensayos-memoria donde Celorio repasa su vida, sus lecturas y su propia relación con el tiempo. Aquí se muestra en plenitud: lúcido, melancólico, irónico y profundamente humano.

En la obra de Gonzalo Celorio late algo que va más allá de la literatura: la necesidad de recordar para no perderse. Su escritura no busca la nostalgia, sino el sentido. Y en tiempos de ruido, eso es un acto de elegancia.
El Premio Cervantes 2025 no solo celebra a un autor, sino a un lector que ha hecho de la palabra un lugar donde quedarse a vivir.