En un rincón privilegiado de la costa gaditana, donde el tiempo parece detenerse, Daia Slow Beach Hotel Conil propone una nueva manera de viajar: más consciente, más pausada, más sensorial. Este hotel solo para adultos, situado frente a la playa de La Fontanilla, apuesta por el concepto slow travel desde una estética natural y cuidada, y un enfoque en el bienestar físico y emocional.

Daia Slow Beach Hotel Conil no solo redefine el lujo sostenible, sino que se convierte en un refugio para quienes buscan reconectar consigo mismos. La experiencia se completa con gastronomía de kilómetro cero, espacios de diseño con materiales naturales, logrando una armonía perfecta entre elegancia y calidez, y una propuesta wellness que trasciende lo estético para convertirse en un viaje de total autocuidado.

Un refugio sensorial firmado por Germaine de Capuccini

El corazón del bienestar en Daia Slow Beach Hotel Conil es su exclusivo espacio Wellness by Germaine de Capuccini, donde se fusionan técnicas ancestrales, cosmética de alto nivel y una mirada holística al cuidado personal. De la mano de esta prestigiosa firma de cosmética, el hotel ofrece un menú selecto de tratamientos corporales y faciales.

Entre las experiencias más destacadas está el tratamiento D’Viento, un masaje relajante que incorpora el uso de cuencos tibetanos para liberar bloqueos energéticos, y el tratamiento D’Mar, que combina una exfoliación marina con un aceite de Baobab profundamente nutritivo. El hotel también ofrece masajes  ayurvédicos inspirados en la tradición india, ideales para armonizar cuerpo y mente, así como masajes deportivos y descontracturantes, enfocados en aliviar tensiones musculares y favorecer la recuperación física.

Completan la oferta tratamientos de aromaterapia, lifting facial y experiencias pensadas para parejas, todo ello enmarcado en un enfoque personalizado y consciente del bienestar.

La propuesta se complementa con un programa diario de actividades como yoga (vinyasa, hatha, aqua yoga), meditación, estiramientos o sound healing, en conexión con el entorno natural. Un lugar de calma pensado para parar, respirar y reconectar con uno mismo.

¿Dónde? Avenida de la Marina, s/n – Conil de la Frontera, Cádiz, España

*Imágenes: cortesía