Sira Merino

Se aproximan los mejores momentos del año. Días para disfrutar de no hacer nada, de hacer lo mínimo. Tú, el sol y un buen libro. Tú y la espuma a la orilla del mar. Un helado en familia. Una cena hasta la madrugada. Placer. Descanso. Vacaciones. Este cambio de revoluciones vital debe ser paulatino, si te reconoces como persona de acción, de emociones, de las que necesitan mantener el cuerpo siempre en movimiento. Si eres de estos y tu cuerpo te lo pide, o si sencillamente deseas sumar otra experiencia a la lista de placeres mundanos del verano, toma buena nota de estas propuestas.

Las escuelas deportivas y de ocio te brindan actividades apasionantes que pasan por volar a propulsión, remar sobre las aguas, sumergirse en ellas, surfear… Y si eres poco amante del riesgo y apuestas por algo más convencional, aprovecha para descubrir un nuevo running, un yoga diferente y otra visión de tu deporte favorito, practicándolo en plena naturaleza.

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© Cortesía de Berria Surf School

SURF: Aventuras entre las olas

“Si tienes un día malo, el surf es la mejor terapia. Y si tienes un día bueno, lo convierte en un día aún mejor”. Rubén Abelenda, firme apasionado de este deporte, es coordinador en Berria Surf School, en Cantabria. Sus años de experiencia entre las olas le han llevado, a él y al equipo de más de diez expertos, a encontrar un método de aprendizaje rápido, seguro y, principalemente, divertido. Ofrecen instrucción a adultos, a niños y a los grupos que asisten al Surf Camp en Berria: una playa perfecta para coger olas, con más de 2 km de extensión, un carácter constante y una arena blanca libre de fondos rocosos.

Aunque la vinculación de Abelenda con el surf viene de lejos, afirma que todo el mundo puede practicarlo: “Solo es necesario estar bien físicamente y tener muchas ganas”. A nivel físico, es un deporte exigente: hay que tener resistencia, flexibilidad, velocidad de reacción… y también requiere de cierto equilibrio mental. “Hay que estar fuerte de cabeza porque puedes encontrarte en situaciones complicadas”, dice Rubén. A pesar de esto, “solo tiene connotaciones positivas: estar en el mar, combinar ejercicio aeróbico y anaeróbico…” y, como en su caso, viajar y conocer los distintos rompientes alrededor del mundo; sin duda, el mayor de los placeres de los retos de un surfista.

Quien practique skate, snowboard, yoga o domine el equilibrio y la coordinación tiene el terreno ganado al subirse a una tabla. “Mis mejores momentos siempre han sido con amigos, en el agua. Aquí, en Berria o en viajes como el de Mentawaii (Indonesia) donde cogimos olas increíbles y salimos airosos de un tsunami gracias al capitán del barco King Millenium”, cuenta Abelenda.

Berria Surf School (Cantabria – Tel. 619 076 036).

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© Cortesía de SUP Dreamers

SUP (stand up Paddle): Travesías a golpe de remo

Seguramente ya hayas visto a algún surfista atípico: desplazándose por el agua de pie, sobre su tabla y ayudándose de un remo. Define la actividad outdoor qué más fuerte ha pegado en EE.UU. en los últimos veranos. Antepasados egipcios y precolombinos ya remaban de pie sobre sus embarcaciones, pero se considera a los hawaianos Laird Hamilton y Dave Kalama como creadores del SUP (stand up padle) o surf de remo. Este deporte ‘bebé’ nace en 1996 casi por casualidad, a raíz de que ambos watermen decidieran matar el tiempo con un remo, esperando buenas olas para una sesión fotográfica.

Para practicar SUP “una masa de agua es suficiente, ya sea piscina, río, embalse, mar…”, comenta Guillermo Calvo, responsable de la escuela SUP Dreamers, en el Valle del Nansa (Cantabria). “Es una actividad crossfit muy completa. La inestabilidad sobre el agua activa la zona core (zona media del cuerpo: abdominales, área baja de la espalda, suelo pélvico, etc.) y pone en funcionamiento los músculos estabilizadores. Se obtienen unos beneficios posturales óptimos para cualquier persona y un bienestar general del cuerpo”, comenta.

Sobre la tabla de carbono, madera o hinchable –más ancha que una convencional de surf– la anatomía se alinea de forma instintiva y los vicios posturales –como cargar más peso en un lado del cuerpo– se corrigen. Remando se realiza trabajo de cardio, de flexibilidad y todo con gestos de cero impacto. Pero, además de estas cualidades, una travesía en SUP implica una aventura en plena naturaleza llena de buenas vibraciones, que activa las endorfinas. “Supera las expectativas de casi todo el que lo prueba”, dice Guillermo, al conocer las impresiones de sus alumnos. Y es que este democrático deporte no requiere de horas de entrenamiento previo para su disfrute, pues se comienza ya de pie, sobre la tabla. Existen las modalidades de Race (carrera), River (descenso de río), SUP en olas y el SUP yoga y pilates. Emplear la tabla como tatami y encontrar en medio de las aguas un estado óptimo de relajación es una nueva experiencia que regalarse en vacaciones.

SUP Dreamers (Cantabria – 634 579 893).

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© Cortesía de Miriam Albero

CICLISMO Y RUNNING: Distinta estación, distintas condiciones 

El fenómeno runner y la pasión por la bicicleta no hacen más que ganar adeptos con el buen tiempo. “Con solo madrugar o salir al atardecer y ser conscientes de mantener una buena hidratación, ¿por qué no correr en verano?”. Para Miriam Albero, triatleta, bloguera, vegana y autora del libro Be real, not perfect (Planeta) hacer deporte los 365 días del año es una rutina. La catalana nacida en 1992, coinciciendo con los Juegos Olímpicos de Barcelona, se subió con dos años a unos esquís y comenzó a practicar natación, ballet, balonmano, equitación… hasta hoy. “El deporte me da estabilidad y me ofrece la oportunidad de ver la vida desde otra perspectiva más sensata. Además, con el entrenamiento trabajo el autoconocimiento y los valores que luego aplico en otras facetas de la vida”, dice.

Para practicar bicicleta y correr cuando el calor aprieta, Albero busca la humedad del paseo marítimo y las zonas llanas en montaña, con bosques de sombra. Como consejo, insiste en la hidratación. “Es fundamental. No basta con tomar una bebida isotónica o hidratarse antes y después. Debemos coger el hábito y mantenerlo. Llevar siempre agua encima, consumir frutas y verduras con alto contenido en agua todo el día. Y al menos una hora antes, tomar alimentos como avena, banana, manzana y frutos secos”. Miriam, que últimamente ha descubierto el SUP y practica yoga y body combat, incide en recuperar hidratos y combinarlos con proteína y en tomar alimentos que nos aporten minerales. “En verano, mi fruta post entrenamiento siempre es sandía o melón”, comenta. Correr y pedalear a un ritmo progresivo y buscar una ruta con fuentes para refrescarnos es la clave de la catalana.

Ideas de training y consejos nutricionales en Miriamalbero.com y en su libro ‘Be real, not perfect’ (Planeta).

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© Cortesía de Neyuma

YOGA : El equilibrio frente al mar

Relajar la mente, aceptarse a sí misma a nivel físico, abrirse al mundo, perder el miedo (al rechazo, a no ser perfecta) abrir la mente a lo diferente, equilibrar su vida… Son tantas las ventajas que Neyu Marquès experimentó con el yoga que decidió ir a la India a aprenderlo desde sus raíces. Esta pasión surge hace tan solo un año –a través de una clase que le sugirió una amiga, en San Diego–, pero hoy los asanas, preferiblemente frente al mar, forman parte de su vida.

“Es una explosión de sensaciones. Me gusta sentir el calor en la piel, oler la sal, la brisa marina”, dice la menorquina, que inicia su rutina cuando sale el sol y en ayunas. “Comienzo calentando con diferentes Surya Namaskaras [saludo al sol] y, poco a poco, introduzco mis propias variaciones, formando secuencias de diferente nivel e intensidad, en función de cómo me sienta ese día”. Neyu, con una importante base como gimnasta, reconoce que no todo el mundo puede lograr las mismas posiciones pero que cualquiera puede hacer yoga en su estilo y nivel. “En pocas sesiones se mejora la flexibilidad, el equilibrio y, lo más importante, la conciencia corporal. Más adelante empiezan los beneficios a nivel mental y espiritual”, afirma.

Asanas, viajes y reflexiones de una yogui en Neyuma.com.

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© Cortesía de Jump to Jump

FLY BOARD: Adrenalina a propulsión

Una tabla empujada por un fortísimo chorro de agua. Sobre ella, un hombre volador que parece manejado al antojo del poderoso tentáculo de una criatura marina. Es flyboard, apasionante, vertiginoso e intenso. “Es una sensación totalmente distinta a la de cualquier otro deporte”, señalan desde el club Jump to Jump de Madrid, expertos en flyboard, jet ski y blob jump. La sensación de libertad que experimentas en el vuelo, a doce metros de altura desde el agua es, simplemente, maravillosa. Hay que mantener el equilibrio –algo que se consigue pronto, en la primera clase– y aprender a hacer giros de un lado a otro. Después llegan los delfines y acrobacias a un nivel más experimentado.

Este deporte de moda en zonas de costa e islas se traslada también a los pantanos. Y los expertos aseguran que “gracias a la descarga de adrenalina, se liberan muchas tensiones físicas, a pesar de que parezca lo contrario”. Una disciplina excitante para probar, al menos, una vez en la vida, tal vez durante tus mejores vacaciones…

Jump to Jump (Madrid – 91 278 50 97).

Este artículo se publicó originalmente en el número de verano 2016 de ‘Shopping&Style’, el suplemento del último jueves del mes de ‘El País’.