Moda

Dicen que el chocolate es el placer universal: el 80% de las personas lo consumen regularmente, y más del 60% lo asocian con felicidad y bienestar. No es de extrañar que en MIL STUDIOS hayan encontrado en Cacao Sampaka la excusa perfecta para convertir este placer en una experiencia integral. La propuesta de esta , ubicada en el número 84 de la madrileña calle Serrano, es dar una continuación al rebranding de la marca Cacao Sampaka con un diseño que combina creatividad, funcionalidad y esa irresistible capacidad del cacao para arrancar una sonrisa.
El reto era claro: dar un aire fresco y contemporáneo a la imagen de la marca, manteniendo al chocolate como absoluto protagonista. MIL STUDIOS asumió el encargo con su característico estilo, diseñando un espacio donde cada elemento, desde los materiales hasta la distribución, narra la historia del cacao, su proceso y su transformación en una joya gastronómica.
Un templo del chocolate
Con 98,15 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, MIL STUDIOS transforma este local en mucho más que una tienda: es un templo del chocolate. La planta de calle, de 40,46 metros cuadrados, recibe al visitante con un mueble expositor funcional y conceptual. Elaborado en microcemento enriquecido con virutas del propio cacao que utiliza Cacao Sampka en la producción del chocolate, las cuales se enviaron a Galicia para fabricar el cemento personalizado, este mostrador central articula el flujo del espacio y expone los bombones como auténticas joyas, en hornacinas de metal latonado que dirigen la atención con precisión. La iluminación cálida y puntual crea un efecto teatral que convierte cada bombón en el centro de todas las miradas.
La planta sótano, de 57,69 metros cuadrados, está diseñada como un espacio de descubrimiento. Talleres, catas de chocolate con el chef Ramon Freixa y otros eventos, encuentran aquí su lugar, con una gran mesa central que preside un entorno donde la calidez de la madera de roble teñido se combina con la neutralidad del microcemento beige. Las paredes abovedadas y la iluminación controlada aportan una atmósfera inmersiva, donde los sentidos se despiertan y el cacao se celebra en todas sus formas.
La iluminación guía las emociones
Pero si hay algo que distingue a este proyecto es la luz. En MIL STUDIOS saben que la iluminación es clave para dirigir las emociones, y aquí lo han llevado al máximo nivel. Integrada en cada hornacina y mueble, la luz cálida resalta el producto y genera una atmósfera acogedora y envolvente, donde cada detalle brilla por sí mismo.
Esta transformación no solo refleja la esencia del cacao, sino también la filosofía de MIL STUDIOS: diseñar espacios que conecten con las personas y les ofrezcan experiencias memorables. Así es como Cacao Sampaka Serrano se convierte en un viaje culinario, un lugar donde cada textura, cada detalle y cada rincón cuentan una historia: la del cacao como materia prima y como joya gastronómica. Y si el 80% de las personas ya amaban el chocolate, este espacio hará que el otro 20% no tarde en caer rendido.
*Imágenes: cortesía