Moda

¿Quién diría que el mantel de cuadros del picnic de la abuelita sería la máxima tendencia de este verano? El estampado gingham — ese patrón de cuadros que va del clásico blanco y rojo al azul cielo o al rosa pastel — está viviendo un renacimiento que lo está llevando al parque, a las pasarelas, y a los feeds de Instagram.
En los años 50 y 60, iconos como Brigitte Bardot lo convirtieron en símbolo de rebeldía y feminidad sin esfuerzo: ella incluso lo usó para casarse. Hoy, esa vibra está más viva que nunca gracias a celebridades como Bella Hadid, Taylor Swift y Sabrina Carpenter, quienes han sido captadas con vestidos midi, crop tops, y sets de dos piezas con este estampado.
Lo que hace tan especial al gingham no es la sensación de libertad, coquetería y conexión con la naturaleza. Es un llamado a disfrutar los días soleados con una botella de vino rosado, carnes frías en el parque y un labial rojo. Un mood que va perfecto con la tendencia de reconectar con lo simple y lo bonito de la vida.
Este año, el gingham picnic no se limita a los vestidos. Las marcas lo reinterpretan en bolsos, pañuelos, sandalias de plataforma, faldas de tiro alto, pantalones holgados, blusas románticas con mangas abullonadas y hasta diseños de manicura.
La clave está en combinarlo con accesorios modernos para evitar caer en lo tradicional: piensa en lentes de sol futuristas, tenis o un bolso metálico.
Si este verano quieres sentirte como una mezcla entre la Taylor Swift de la era “Folklore” y una musa de Wes Anderson, el gingham picnic es tu pase directo a esta tendencia.