Moda

La celulitis (piel de naranja) no es sobrepeso ni grasa de más. Celulitis es el aspecto irregular (piel de naranja) de la piel asociado a hormonas femeninas (esto no podemos cambiarlo) y fomentado por los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo (estos factores sí podemos cambiarlos).
Si queremos mejorar (disminuir, aunque imposible eliminación completa porque las hormonas femeninas seguirán) podemos mejorar la alimentación y evitar el sedentarismo.
Para bajar la celulitis a largo plazo (y evitar el efecto rebote) se debe mantener una dieta y hábitos saludables a largo plazo, una alimentación sana y ligera, y también actividad física de modo regular.
Hacer una dieta de adelgazamiento y luego olvidarse de comer sano o apuntarse al gimnasio para después volver al sedentarismo es una receta para recuperar la situación inicial y frustrarse. Lo ideal es cambiar los hábitos y comer más sano de por vida, y ser activa también para siempre.
Alimentos prohibidos
En vez de prohibir, las comidas y bebidas ‘basura’ (que no aportan nutrientes pero nos gustan y forman parte de nuestra vida social, familiar…) es preferible dosificar y reducir sustancialmente esos productos que todo el mundo sabe que no son saludables (y que aumentan la celulitis, lo mismo que la obesidad y otras muchas enfermedades):
- Comidas ultraprocesadas, con mucho azúcar, harinas refinadas, grasas perjudiciales y demasiada sal.
- Bebidas industriales ricas en azúcar y todos lo alcoholes.
Estos productos deberían comerse solo eventualmente, cuando sea ‘imprescindible’ pero nunca a diario.
Alimentos amigos
Productos frescos o poco procesados como las verduras congeladas y conservas de pescado y legumbres, que facilitan comer sano cuando tenemos poco tiempo.
En general sería volver a la famosa dieta mediterránea y tomar abundantes hortalizas, frutas y aceite de oliva virgen extra, legumbres guisadas con poca grasa, proteína animal, en mayor cantidad pollo, pescado y huevos que carne roja pero sin eliminar esta. También están permitidos los cereales integrales (pan, arroz, pasta) en cantidad moderada y un puñado de frutos secos de vez en cuando.
Pero siempre respetando la moderación en todo, nada de excesos.
Menú semanal que puedes seguir
Desayuno
Opción A: Tostada de pan integral 30-40 g- con un poco de jamón, queso de burgos, huevo o atún, más fruta fresca o tomate en la tostada
Opción B: Taza de leche con 3-4 cucharadas de copos de avena más trozos de fruta deshidratada y/o frutos secos
Ambas opciones acompañadas de infusión, té o café, mejor sin azúcar.
Tentempiés
Opción A: Si pasan pocas horas entre dos comidas y somos poco activas, es suficiente con una fruta fresca, la que nos guste, o una infusión sin azúcar, que puede cortarse con leche vegetal.
Opción B: Si pasan más de cuatro horas entre dos comidas y somos físicamente activas, una fruta fresca más un yogur natural o de proteínas y dos o tres nueces. Si tenemos mucha hambre podemos añadir avena al yogur o sustituirlo por un bocadillito de pan integral con atún o jamón.
Evitar siempre la bollería
Entre horas tomar todas las infusiones que nos gusten
Comidas y cenas
Lunes
- Comida: Pescadilla hervida con guisantes, zanahoria y patata
- Cena: Pollo a la plancha con brócoli hervido
Martes
- Comida: Arroz integral con pisto y dos huevos a la plancha
- Cena: Filete de merluza a la plancha más espinacas rehogadas con ajo
Miércoles
- Comida: Lentejas vegetarianas, con zanahoria, tomate, pimiento, puerro…
- Cena: Tortilla francesa de dos huevos más setas a la plancha
Jueves
- Comida: Pasta integral con tomate casero y carne picada
- Cena: Sepia a la plancha más ensalada de canónigos y tomates
Viernes
- Comida: Potaje de garbanzos, espinacas y bacalao
- Cena: Pulpo hervido con pimentón y pimientos asados
Sábado
- Comida: Solomillo a la plancha más patata asada y ensalada verde
- Cena: Pollo asado con hortalizas también asadas
Domingo
- Comida: Paella más ensalada verde
- Cena: Anchoas con queso de burgos y ensalada de tomate
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