Tras pasar el pasado mes de septiembre unas semanas en Sudáfrica por motivos profesionales (Javier ha rodado allí varias secuencias de su próxima película The Last Face, dirigida por Sean Penn) el matrimonio Bardem-Cruz ya le ha echado el ojo a algunos colegios para su hijo Leo, de cuatro años de edad. Y no es casualidad que hayan reparado en el método educativo Waldorf, al igual que otros colegas de profesión, como Harrison Ford, Clint Eastwood, Lenny Kravitz o Anna Paquin. En España son defensores de este tipo de enseñanza Ángeles González-Sinde o la actriz Rossy de Palma, entre otros.

Javier Bardem y Penélope Cruz son padres de Leo (4 años) y Luna (1 año).  © Cordon Press
Javier Bardem y Penélope Cruz son padres de Leo (4 años) y Luna (1 año). © Cordon Press

Lo cierto es que esta ¿novedosa? opción pedagógica lleva en España desde que, en 1979, Heidi Bieler, Karen Armbruster y Antonio Malagón fundaron el primer centro Waldorf: la Escuela Libre Micael de Madrid, en Las Rozas. Las principales señas de este sistema creado por el austriaco Rudolf Steiner son: un primer ciclo infantil en el que no hay libros de textos ni exámenes, para alejar así al niño de conceptos como la competitividad, el fracaso y el estrés. Dicen que así se anula la ansiedad y la posible falta de autoestima.

Tampoco aprenden a leer ni escribir hasta los siete años (una tendencia común en la mayoría de los liceos europeos), y enseñan jardinería o carpintería. «Potenciamos lo manual y evitamos atiborrarlos de información cuando aún no tienen desarrollada la capacidad de aprendizaje desarrollada», dice Malagón, presidente de la federación de centros educativos Waldorf de España. Los que lo han probado con sus hijos hablan maravillas. Es el caso de Bèla Adler, fotógrafa de moda: «A mí me ha abierto nuevos caminos de expresión y comprensión del mundo, y a mi hija, salud y respiración, empatía, creatividad, serenidad…».

Angelina también prueba las bondades de este modelo con sus seis vástagos.  © Cordon Press
Angelina también prueba las bondades de este modelo con sus seis vástagos. © Cordon Press

La decisión no será fácil para Javier y Penélope, no tanto por el precio (rondan los 400 euros al mes), como porque este método intenta evitar el contacto temprano con la tecnología. «Se trabajan las imágenes desde las artes o las narraciones sobre mitología y leyendas. Esto desarrolla la imaginación, y con la televisión todo eso se destruye. La tele entontiza«, asegura Malagón. Así que, si estudian allí, Luna y Leo tardarán años en sentarse frente a la ‘caja tonta’ y ver los trabajos de sus padres.

En la actualidad, en España no existen aún ‘universidades Waldorf’, algo que podría ser el talón de Aquiles de este modelo.

¿Y cómo se evalúa una educación así? Gracias a un informe anual, desarrollado a lo largo del año, en el que se tiene en cuenta «el desarrollo pleno y completo del alumno en lo intelectual, armónico, artístico y en lo afectivo, apunta Malagón. Algo tan fácil (o tan difícil) y tan sencillo como el ‘saber estar’ en el mundo, según sus palabras.

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ANTIGUOS ALUMNOS:

Michael Fassbender: de origen alemán, donde este método es más popular, el actor convenció de sus bondades a los Bardem en el rodaje de The Counselor.

Jennifer Aniston: Ella confiesa que está fascinada por el método de Rudolf Steiner y por el espíritu creativo y libre de esta escuela, que tanto marcó su decisión de ser actriz.

Sandra Bullock: Ella y su hermana Gesine pasaron su infancia en la ciudad alemana de Núremberg, y allí estudiaron en escuelas Waldorf.