“Mi madre es española, me enseñó a bailar flamenco en la mesa de la cocina. Me hizo aficionarme a ver a Lola Flores y a disfrutar vistiéndome para una ocasión especial, algo que ya la gente no hace y me parece muy triste”, dice John Galliano en uno de los documentales que mejor recoge su evolución, de Givenchy a Dior.

El arte de John Galliano
© Corbis

Gibraltar, la pobreza, las idas al colegio en barco y ese cielo azul han inspirado en muchas ocasiones al diseñador en su paso por las casas de moda más emblemáticas, pero también ha formado parte de su trayectoria la pasión por el flamenco que tanto le inculcó Ana Guillén Rueda –o como a ella le gusta que le llamen, Ana Galliano- la madre de ese genio que un día tuvo que apartarse del panorama, pero que ahora, varios años después, vuelve redimido como director creativo de Maison Martin Margiela.

Mientras esperamos su regreso, toca echar la vista atrás. Escoger su mejor desfile sería una tarea imposible, pero sí podemos hablar de uno especialmente mágico: la colección Alta Costura para el otoño-invierno 2007/08. O lo que es lo mismo, el desfile que cerró vestido de torero.

El arte de John Galliano
Christian Dior Alta Costura, otoño-invierno 2007/08, el desfile que cerró vestido de torero. © Corbis

Los jardines de la Orangerie del palacio de Versalles celebraban, con una increíble puesta en escena y con un despliegue de tops (Naomi, Gisele, Linda, Amber, Shalom…), el décimo aniversario de Galliano en la maison Dior y el sesenta cumpleaños de la misma. Entre el público, Paz Vega, Amodóvar, Abellán y Espartaco compartían protagonismo con Mónica Bellucci, Kate Hudson o Charlize Theron.

Los primeros acordes de una guitarra flamenca, seguida por Silencio por un torero en la voz del cantaor Manuel Lombo nos hicieron saber que Versalles aquella noche iba a ser más flamenca que nunca.

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Uno de los pases en los que más se palpa la inspiración española. © Corbis

«Cuando subí a la pasarela a cantar sentí que el flamenco tiene una internacionalidad de la que a veces no somos conscientes… nos cuenta el artista.

Después del desfile, durante la fiesta, John me hizo volver a cantar el tema varias veces.

«Guardo con verdadero cariño todas las notas que me hizo llegar de su puño y letra, cargadas de emotividad, también sus declaraciones en Vogue, en un reportaje en el que hablaba de cómo influyó mi trabajo en su inspiración para una colección tan especial y, sobre todo, recuerdo cómo me dijo: ‘Manuel, Francia ama a Joselito gracias a ti’, mientras me apretaba las manos. Fue una experiencia que recordaré siempre, nos trataron de una forma impecable. Compartimos backstage con todo el equipo así que imagina mi cara cuando vi que se sentaba a mi lado Naomi Campbell para que la maquillasen», concluye.

Para esta colección, el equipo de Dior viajó hasta Sevilla en busca del hilo conductor de su desfile, y una de sus visitas fue al taller de la firma de moda flamenca Lina (Calle Lineros, 17), cuyos vestidos han lucido Grace Kelly o la Reina Sofía. Rocío Montero, actual directora creativa de la firma, nos cuenta cómo lo vivieron: “Vino alguien de Dior y nos dijo que el equipo quería venir a conocer nuestro trabajo. Por mucho que preguntábamos, no querían decirnos de quién se trataba. La visita estaba fijada en abril, creo recordar que fue justo el lunes de Feria, la semana en la que teníamos más trabajo. Mi madre (fundadora de la marca) tuvo que llamar porque se retrasaban y teníamos que atender a nuestras clientas. A los poco minutos, apareció en nuestro taller el mismísimo John Galliano”, recuerda.

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John Galliano visitando los talleres de Lina, la célebre casa de vestidos de flamenca, en Sevilla (2007). © Lina

El diseñador había aprovechado su visita a la ciudad para conocer los talleres más emblemáticos de la capital hispalense, tanto los de moda flamenca como a los de aquellos maestros artesanos dedicados al bordado de palios y mantos de Semana Santa. “Subieron al taller y se interesaron por nuestros desfiles. Estudiaban la estructura de los diseños y nuestra inspiración a la hora de trabajar con el traje de flamenca, creo que su objetivo era captar el alma de la inspiración”, nos cuenta la creativa de la firma. Galliano se quedó prendado de sus icónicas batas de cola.

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En Lina llevan confeccionando vestidos de flamenca desde 1960 y ya han vestido a Grace Kelly y a la Reina Sofía. © Lina

“Después estuvimos en el Café Europa (Plaza Jesús de la Pasión) tomándonos un café con ellos. Habalmos y nos invitó al desfile del 60 aniversario, pero le dijimos que nos gustaría hacer la misma visita que había realizado él a nuestra casa, pero en los talleres de Dior en París”, argumenta la diseñadora a la que le sorprendió muchísimo la forma de trabajar y el gran equipo de la casa francesa.

En las distancias cortas, John Galliano es un señor encantador, natural y nada divo.

“El estudio de Galliano dentro de los talleres de Dior tenía un jardín con flores especialmente seleccionadas, que a él le recordaban a su vida en Londres y Gibraltar. La maison estaba dividida en departamentos, y sólo el de corsetería tenía un equipo de unas quince personas. Para nosotras vivir todo aquello fue un sueño hecho realidad”, concluye Rocío Montero.

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Pero el creador también tuvo tiempo para conocer de cerca una de las fiestas más emblemáticas de Sevilla: La Feria de Abril. La descubrió de la mano de Lombo: «Quería oír flamenco, pero no encontrarse en un sitio sofisticado, así que vino conmigo a varias casetas de amigos donde había buenos artistas; el ambiente fue muy agradable. Terminamos tomando buñuelos en las típicas casetas de los gitanos».

«Al día siguiente, antes de marcharse le regalé mi primer trabajo discográfico donde está la versión de la copla Silencio por un torero que sería la que me pediría un mes más tarde para abrir el desfile», concluye Manuel Lombo.

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Christian Dior Alta Costura, otoño-invierno 2007/08. © Corbis

También acudió en más de una ocasión a la semana grande en la Maestranza, con Miguel Abellán como padrino. El traje con el que cerró el desfile, también confeccionado en Sevilla (concretamente en el barrio del Arenal, de la mano de Justo Algaba), se lo cedió él. Después del desfile, en un encuentro entre el torero y el diseñador, Miguel Abellán le regaló el traje de luces con el que había desfilado el gibraltareño.

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Christian Dior Alta Costura, otoño-invierno 2007/08. © Corbis

No somos capaces ni de imaginar a qué viajes recurrirá Galliano en su nueva etapa como director creativo de Maison Martin Margiela. Pero sí podemos afirmar que, aunque el vestido de flamenca es el traje regional más reinterpretado por diseñadores de todo el mundo, un día John Galliano dibujó de forma majestuosa la esencia del flamenco.