¡Wow! Unos pendientes realizados con neumáticos. Más o menos esa era la reacción de los asistentes al primer Desayuno Sostenible GRAZIA que versó sobre economía circular y en el que tuve la suerte de conversar con mi amiga Isabel López-Rivadulla, que es directora de comunicación y marketing de Signus, empresa que se encarga de la gestión de neumáticos usados, aplicándolos a otros usos, entre ellos la moda, aparte de ser miembro de la junta directiva de WAS (Women Action Sustainability), una asociación promovida por mujeres directivas y empresarias, creada durante la pandemia para poner la sostenibilidad en los lugares de decisión de las empresas. 

El desayuno tenía lugar en el restaurante Las Nubes market, en El Corte Inglés de Preciados, en Madrid, y fue el primer encuentro que desde GRAZIA queremos organizar para acercar la sostenibilidad a los consumidores, que no tienen por qué ser entendidos en la materia, aunque para la ocasión nos rodeamos de grandes profesionales del tema que también aportaron sus conocimientos y nos acompañaron en la charla y la enriquecieron con sus comentarios.

Decía Isabel que hablar de economía circular es bastante obvio en estos momentos en que es un hecho la necesidad de cambiar de modelo, es decir de pasar de la economía lineal de extraer, usar y tirar a una de minorizar los residuos hasta acabar con ellos. Cierto. Aunque no menos cierto que aún seguimos en ese modelo que tal y como explicó Carol Blázquez de Ecoalf hace que (este año) a finales de julio ya hubiéramos consumido lo que correspondería a todo el año. Sorprendente pero cierto.

Isabel contó las dificultades de reciclar los neumáticos, por sus componentes. Pero quedó patente su gran labor a través de la muestra que llevó formada por accesorios realizados por Sofía Mestre, o de “tejidos” resultantes del polvo de neumático, así como otros accesorios que formaron parte de la colección de Otrura que mostró en un desfile en Madrid, realizados con máquinas 3-D, o las ya famosas flip flop de Ecoalf. Eran en efecto solo muestras, teniendo en cuenta las aplicaciones diversas de los neumáticos, desde el suelo soporte para el césped artificial de campos de fútbol, ahora en cuestión por cierto debido al material plástico denostado, o al pavimento anti caídas de los parques infantiles, así como los pavimentos de calzadas y otras que aún no se han conseguido realizar como guardabarreras en las carreteras, eficaces en el caso de accidentes de moto, por ejemplo.

Hay que tener en cuenta que cuando nos referimos a la sostenibilidad, debemos hacerlo de aspectos ESG es decir medioambientales, sociales y de gobierno corporativo. Y por tanto es un concepto muy generoso. Pero siempre me parece que hablar de circularidad es hacerlo de una manera definitivamente más amplia, puesto que como decía es tratar de un cambio de modelo de sociedad y de economía. Es hablar de las famosas “R” que hay quien dice 6 o 9 y que a mí me gusta resumir en 5: 1) Reducir materias primas necesarias para producir y reducir residuos. 2) Reciclar lo usado para producir nuevos productos o por ejemplo en el caso de la moda para generar nuevos materiales. 3)Reparar lo usado y no tirar, y al final llevarlo a reciclar. 4) Revender, por eso un mayor auge de la ropa de segunda mano. 5) Renting, es decir el alquiler y que va mucho más allá de lo que está de moda en la moda, servicios que usamos cada vez más, como por ejemplo los coches alquilados por minutos.

Con todos estos mimbres somos capaces de crear un gran cesto, ese que habla de cambio de modelo de negocio, ese que como recordó Gema Gómez de Slow Fashion Next ha de estar relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, un trabajo que desde su organización están realizando en el campo de la moda. Y quedó claro en el desayuno que circularidad se ha convertido en un aspecto tan fundamental de nuestras vidas que Ellen MacArthur, que  ha sido la ideóloga del término recogerá el premio princesa de Asturias de Cooperación el próximo día 28 de octubre en Oviedo.

Pero se pusieron de manifiesto otros aspectos. Por ejemplo, las dificultades en el reciclado, especialmente cuando hablamos de moda, por los diferentes materiales con los que está construida una prenda. Por tanto, el reto comienza con el diseño que debe estar realizado teniendo en cuenta cómo va a ser la vida útil del objeto, pero también qué ocurrirá en sus sucesivas vidas y desde luego en su “muerte”. AsImismo la falta y el deseo de obtener más información y conocimiento por parte de los consumidores. Solo así podrán, podremos, demandar otros productos, como ha ocurrido y ocurre en el campo de la alimentación donde el etiquetado es mucho más claro en los componentes de elaboración. Es algo que pronto llegará a la moda.

Con la información, con el desarrollo tecnológico fundamental para poner en marcha la evolución necesaria, casi revolución, con el valor y la fuerza para acometer estos cambios somos capaces de avanzar. Si no es muy complicado salir de un modo de actuación y consumo que ya se ha visto por activa y por pasiva que conduce al desastre y que está en nuestras manos parar.

¿Es la circularidad la panacea para todo ello? Desde luego que no. No lo es. Sin embargo, es un camino inevitable, es una fórmula que no va a fallar, siempre acompañada de otras, básicamente de otra, un cambio en el modelo de consumo. Se dijo también en el desayuno: es perentoria la regulación, porque las leyes, como la de residuos, son un marco en el que entender cómo moverse y una manera de conducir los cambios. Pero el gran cambio, la gran cuestión pasa por consumir menos, por consumir mejor. Eso por parte de los consumidores, eso por parte de nosotros. En cuanto a las empresas productoras, es fundamental trabajar con aplicaciones tecnológicas que permitan un mejor aprovechamiento de los materiales, lo que en el caso de la moda, por ejemplo, es fundamental, para evitar la gran palabra maldita que están en la diana de la circularidad: DESECHO.

Aquí puedes ver un poco más de lo ocurrido en este primer desayuno sostenible entre Grazia España y Signus.

*Vídeo e imágenes: Gian Carlos Toledo para Grazia