Moda
Hay cortes que intimidan más que una ex con buena agenda: el flequillo rizado es uno de ellos. Pero como todo en la vida —y en el pelo— se trata más de actitud y técnica que de miedo. El flequillo en melenas rizadas no solo es posible, es espectacular cuando se hace con intención, forma y un poquito de disciplina capilar.
¿La clave? Elegir bien el corte, tener claro cómo mantenerlo y, sobre todo, no esperar que se comporte como un flequillo liso. Porque no lo es. Y eso es lo mejor que tiene.
Aquí, tu manual de belleza para lucir flequillo rizado con estilo, sin drama y con mucho volumen.
Córtalo en seco
La regla de oro del flequillo rizado es esta: nunca, jamás, lo cortes mojado. El rizo encoge cuando se seca. Así que si te lanzas tijera en mano con el pelo húmedo, corres el riesgo de terminar con un microflequillo de inspiración accidental.
Córtalo siempre en seco, con tu rizo natural, sin estirar. Mejor aún si vas a un salón especializado en texturas rizadas (o a una peluquera que respete tu patrón como si fuera un templo).
Flequillo a medida, no a plantilla
No todos los rizos son iguales, así que tampoco lo será tu flequillo, las opciones favoritas entre curly girls que saben lo que hacen:
Flequillo cortina con volumen: el más versátil. Se abre en el centro, acaricia los pómulos y crece con gracia.
Flequillo redondeado al estilo 70s: para melenas con rizos sueltos y alma disco.
Mini bangs con twist: si tienes rizos muy pequeños, puedes jugar con flequillos más cortos, pero siempre en capas y con marco.
Curly shag con flequillo: para quienes abrazan el desorden ordenado. El corte estrella de las francesas que se cansaron del alisado.
Hidratación y definición, tu mejor dúo
El flequillo rizado necesita más mimo que el resto de la melena. ¿Por qué? Porque está en primera línea de batalla: viento, sudor, manos, maquillaje…
Consejos Grazia para mantenerlo siempre a punto
- Usa un leave-in ligero o gel suave solo en esa zona.
- Péinalo con los dedos (o un peine de púas anchas), nunca lo aplastes con cepillo.
- Evita los productos pesados que lo apelmacen: la clave es la textura, no la rigidez.
- Y si necesitas un retoque exprés, un vaporizador con agua y unas gotas de sérum hacen milagros antes del primer café.
El refresh diario (y sin estrés)
No hace falta lavarlo cada día, pero sí reactivarlo. Aplica un poco de agua en spray y reestructura con los dedos. Si tienes tiempo, vuelve a definir algún mechón con el producto de peinado. Y si un día amanece rebelde… dale su espacio: un flequillo rizado también puede llevarse hacia un lado, sujetarse con horquillas o camuflarse con estilo boho.
Cortarte flequillo si tienes el pelo rizado no es un error, al contrario, es una declaración de intenciones, de estilo, de seguridad, de libertad estética. No hay nada más bonito que un rizo que se mueve a su antojo. Y si enmarca tu cara con intención, aún mejor.
El truco está en conocerte, respetar tu textura y elegir bien quién pone la tijera. Porque el flequillo no te cambia la vida… pero sí cambia tu mirada.
*Imágenes: Instagram y Redes Sociales
