Noches en blanco pensando en el trabajo pendiente, cenas que se alargan más de la cuenta, vecinos adictos a las fiestas entre semana… la lista de excusas para no cumplir con la CSR (Cantidad de Sueño Recomendado, es decir, las consabidas ocho horas) es infinita.
Lo de descansar para presumir de frescura no es ninguna leyenda urbana. La falta de sueño afecta a nuestra energía y capacidad de concentración; un hecho que tiene consecuencias directas en el trabajo que ejercemos. Pero además, la falta de reposo se traduce en mala cara en forma de arrugas, ojeras marcadas e incluso flacidez en los párpados. ¿Por qué? Los especialistas son claros: durante la noche, la piel se renueva y se beneficia de la falta de agentes ambientales como la luz del sol, la contaminación y las temperaturas extremas. De ahí que, cuando dormimos, permitimos a esta recuperarse de todos los traumas que sufre en el día a día.
Si quieres descansar mejor puedes, antes de meterte en la cama, tomar un vaso de leche tibia, dejar el móvil, tableta, ordenador y televisión un par de horas antes o recurrir a productos relajantes. Pueden ser buenos aliados para conseguir ese descanso tan deseado; unas pautas que puedes completar con algunos productos que te ayudarán a minimizar las malas caras y las noches en vela.