Moda
Por Juana del Pozo
Más de 30 años avalan la experiencia en el mundo de la ciencia y la cosmética de Leonor Prieto, farmacéutica de profesión y actual Directora Científica de La Roche-Posay. Acudimos a ella para consultar dudas sobre la sensibilidad de la piel de los más pequeños de la casa.

¿Cómo es la piel de un bebé?
Es más sensible y presenta algunas características especiales con respecto a la del adulto. Su función barrera protectora es menor porque tiene menos sebo. Sus capas superficiales son más permeables, por lo que tiene riesgo de una mayor penetración de agentes externos. Su sistema de regulación -tanto al frío como al calor- no está del todo desarrollado, por lo que su temperatura se adapta a la del medio exterior y hay que compensarla a nivel de hidratación con elementos grasos que la protejan.

¿Qué cuidados cutáneos debemos aplicar a un bebé desde que nace?
Lo primero es una buena higiene que elimine restos de leche, saliva, orina, excrementos así como gérmenes y suciedad. Además hay que proteger el manto ácido y permitir la adecuada maduración de su piel respetando el pH ácido con productos específicos “sin jabón”. Después la hidratación adecuada -la piel del niño tiende a ser seca- aplicando una crema hidratante y protectora con una textura ligera y envolvente que permita una aplicación fácil, cómoda y rápida con un relajante masaje. Además, la zona del pañal tiene mucha tendencia al enrojecimiento e irritación. Una crema reparadora, es ideal en cada cambio del pañal.

¿Es importante inculcar al niño los cuidados que debe aplicarse?
Sí. El cerebro funciona adquiriendo hábitos. Todo aquello que no incluimos en nuestra rutina diaria desde pequeños, luego nos es más difícil incorporarlo a nuestra vida. Es importante que hagamos un juego del cuidado de la piel y que el niño aprenda a hacerlo solo. Vamos a estimular también su autonomía y personalidad. Podemos inventarnos un cuento o una canción para aplicar la crema hidratante, o la crema protectora solar… de este modo conseguiremos que estos hábitos se mantengan en la adolescencia y en la edad adulta. Así lo haremos como algo que nos proporciona relax. La piel y el cerebro están conectados a muchos niveles. Esos momentos de “mimos” son muy importantes a nivel físico y emocional.

Hace años a los niños no se les aplicaba ningún tipo de crema, ¿han cambiado mucho las costumbres?
Hoy contamos con productos específicos que tienen una alta tolerancia, incluso en bebés con problemas, como los niños atópicos, al igual que en bebés de piel sana. Sabemos además, que, cuanto mejor cuidemos la piel, mejor calidad tendrá en las diferentes etapas de la vida. La piel es nuestra barrera protectora frente al medio externo e interno, y cuidarla es una prioridad absoluta, desde el momento en que nacemos.

¿A qué edad se puede exponer a los niños al sol?
La piel de los bebés y de los niños es inmadura, y la radiación solar, sobre todo las radiaciones ultravioletas afecta aún más, ya que los sistemas de defensa no están del todo desarrollados. Por ello, debemos asegurar la mejor protección para tener los mínimos riesgos. La radiación solar es acumulativa y hay que cuidar especialmente la piel de los niños para evitar problemas importantes en la edad adulta. A partir de los seis meses podemos aplicar una crema fotoprotectora específica para exposiciones indirectas, como Anthelios Leche Bebés.