Han ido abriéndose paso en pasarelas, alfombras rojas, pero también en la calle. Nada más sencillo y a la vez más cool para sublimar un look. Estilizan, afilan nuestra mirada y, además, pueden incluir mil y un matices para adaptarnos a diferentes estilos.

Semirrecogido 

Cuando dejamos el rostro al descubierto, lo convertimos en el verdadero protagonista. «Redefinimos nuestra cara cuando elevamos el recogido, aunque sea parcialmente. Eso nos permite jugar con el maquillaje y los complementos. También crear contrastes con los volúmenes, muy poco en la parte superior que queda recogida y ondas, más o menos marcadas en el resto.», indica Raquel Saiz de Salón Blue by Raquel Saiz desde Torrelavega (Cantabria).

Un toque retro

Dale un nuevo impulso con un acabado lujoso y un toque retro. «Los recogidos pulcros son siempre elegantes. Si queremos añadir un toque vintage le daremos más volumen a la parte de la coleta y peinaremos las puntas hacia afuera. Con muy poco tenemos un look de escándalo.», explica Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros desde Málaga.

Para el día a día

Las líneas rectas con un acabado perfectamente planchado regresan de nuevo. «Los recogidos pueden simular una imagen minimalista cuando optamos por la sencillez. La altura de la coleta ya lo hace destacado, el acabado liso, le aporta modernidad. Sencillo, pero con mucho resultado.», indica Felicitas Ordás de Felicitas Hair desde Mataró (Barcelona).

Vuelta a los 2000

Rescatar tendencias de otras décadas, refresca nuestra imagen. La clave es saber actualizarlas. «Las dos coletas que llevábamos a finales de los 90 y principios de los 2000 toman un nuevo aire al incorporarlas arriba, pero ligeramente atrás para conservar el efecto, pero evitando que sea demasiado exagerado e infantil. Así favorece y se ve muy moderno.», añade Manuel Mon de Manuel Mon Estilistas desde Oviedo.