Bajo el antecedente continuo del patrocinio a la Cinémathèque Française. Chanel ha apoyado la exposición sobre la icónica actriz Romy Schneider, quien atribuyó a Gabrielle “Coco” Chanel el mérito de haberla ayudado a despojarse de la imagen de estrella que se forjó al interpretar a la emperatriz Elisabeth “Sissi” de Austria en una trilogía de películas muy populares en los años cincuenta.

Chanel conoció a la actriz de origen austriaco a través del director italiano Luchino Visconti, que pidió a la diseñadora que creara el vestuario de su segmento de la película antológica de comedia “Boccaccio ’70”, estrenada en 1962. La exposición en París incluye un traje de tweed moteado de la colección de alta costura de otoño de 1961, similar al que lleva Schneider en la película. El público se sorprendió al descubrirla como la encarnación de la mística femenina, en un apartamento que guardaba similitudes con el que Chanel tenía en la Rue Cambon.

Desde entonces, la casa la vistió dentro y fuera de la pantalla, incluso en “Le combat dans l’ile” (“El fuego y el hielo”), de Alain Cavalier.

Chanel me enseñó todo sin darme nunca consejos. Chanel es un conjunto coherente, lógico, ordenado: como el orden dórico o el corintio, hay un ‘orden Chanel’, con sus razones, sus reglas, sus rigores. Es una elegancia que satisface a la mente incluso más que a los ojos, dijo una vez Schneider.

La exposición de la Cinémathèque, que estará abierta hasta el 31 de julio, incluye también cinco impresiones fotográficas tomadas entre 1961 y 1965 por Shahrokh Hatami y George Michalke. Se proyectarán las películas más famosas de Schneider, como “La piscine“, “Max et les ferrailleurs” y “César et Rosalie“.

Romy era, ante todo, una actriz excepcional que hizo soñar a millones de espectadores, inspiró a grandes directores y que, con su gracia frente a la cámara, inventó un estilo de actuación que aún admiramos y honramos. “En su intento de romper la imagen de porcelana de la princesa austriaca que la encumbró con apenas 16 años, Romy tomó las riendas de su destino como actriz y supo, a lo largo de su carrera, llegar a donde menos la esperábamos, sorprender siempre, reinventarse y rodearse de los más grandes”, añade Clémentine Deroudille, comisaria de la exposición.

Chanel ha apoyado anteriormente las retrospectivas de la Cinémathèque sobre cineastas como Jean-Luc Godard y Alain Resnais y ha financiado la restauración de películas francesas históricas como “Las reglas del juego” de Jean Renoir, para la que Gabrielle Chanel diseñó el vestuario. Los vínculos de Chanel con el cine se remontan a 1931, cuando el magnate del cine Sam Goldwyn invitó a la fundadora de la casa a Hollywood. Su fiesta de bienvenida en la estación de tren de Los Ángeles incluía a Greta Garbo y Chanel seguiría diseñando trajes para actrices como Gloria Swanson.

La casa ha vestido a actrices que van desde Jeanne Moreau en “Les Liaisons Dangereuses” hasta Cate Blanchett en “Blue Jasmine” del director Woody Allen. También colabora desde hace tiempo con eventos cinematográficos como el Festival de Cine Americano de Deauville (Francia) y el Festival de Cine de Tribeca (Nueva York).

Además de vestir a famosas como Kristen Stewart, Keira Knightley, Penélope Cruz y Margot Robbie en la alfombra roja, la casa ha respaldado financieramente varias películas protagonizadas por sus embajadores de la casa, la más reciente “Spencer”, de Pablo Larraín, en la que Stewart interpreta a la princesa Diana.

*Imágenes: cortesía de Chanel