Todo el mundo estaba pendiente este fin de semana de la boda del año, al menos de la temporada: el enlace de Carlota de Mónaco con Dimitri Rassam, hijo de la famosa actriz francesa Carole Bouquet.

A pesar de que Carlota y Dimitri pensaron en casarse mucho antes, los trámites de divorcio del novio habían hecho que esta fecha fuera retrasándose, pero finalmente paso para iniciar así el mes de junio. La boda tuvo lugar en el Palacio de Mónaco, en uno de los salones, y por supuesto la noticia más esperada no era solo el Sí, quiero, también el vestido elegido por la novia. La sorpresa: un vestido corto de Yves Saint Laurent, manga larga, en encaje y con tres lazos en el frente en color gris. El cabello prácticamente suelto, salvo unas sutiles horquillas que recogían a los lados.

El traje de la novia se ha podido ver en las redes sociales, el propio Anthony Vaccarello, director creativo de Yves Saint Laurent, las ha compartido en historias y en el feed.

 

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Congratulation Charlotte Casiraghi in #SaintLaurent

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En la celebración de mañana, los novios quisieron fotografiarse en la ya emblemática escalera donde todos los miembros de la familia Grimaldi han posado en alguna ocasión. Pero además, organizaron una fiesta en torno a la piscina, con pizzas y helados, y donde más de uno cayó al agua, como el propio novio.

El Principado de Mónaco hizo oficial una imagen de los novios recién casados, pero no fue la de ese momento si no la de la fiesta de la tarde, donde los looks más informales dieron paso a los trajes de gala. La cita fue a las 8 de la tarde en La Vigie, la finca que Carolina de Mónaco compró a su gran amigo Karl Lagerfeld. El novio, de smoking blanco y la novia eligió un Chanel de escote palabra de honor y seda blanca, uno de los últimos diseños que hizo el kaiser para la maison, que completó con un collar de tres filas de diamantes de Cartier, de los años 50, propiedad de su abuela la princesa Grace, quien lo lució en numerosas ocasiones.