Moda
Vamos a soltar un tópico gratuito pero necesario: Calvin Harris es como el buen vino. Ea, ya está. En menos de 10 años, su cambio de imagen ha sido remarcable. Pero en plan bien, como cuando uno crece, decide ser Dj de éxito después de años pinchando en su casa de Escocia en las tardes de lluvia, y descubre el milagro del estilista y sus habilidades en el cambio de imagen radical.
Y entonces ¡zas! de repente te codeas con lo mejor del panorama de la música, Taylor Swift (perdón: TAYLOR SWIFT) se derrite por tus huesos, os convertís en la pareja mejor pagada del mundo y acabas siendo (repetidas veces) imagen de una firma de etiqueta, de esas que dan clase en traje o en calzoncillos, a abdominal descubierto. Emporio Armani ha vuelto a elegir a Harris como rostro de su nueva campaña masculina para el próximo otoño.


Las imágenes, en un contrastado blanco y negro, llevan la firma de la fotógrafa Lachlan Bailey, encargada de capturar en un estudio de Brooklyn el lado más classy del escocés. En ellas, las piezas de la casa italiana (prendas, gafas, relojes y ¡¡¡calzoncillos!!!) visten a Calvin entre el formalismo más cool y la estética sport, pasando por la intimidad del underwear con la que se camela al objetivo mucho mejor que Justin Bieber, teníamos que decirlo.

Vaya, que ascos no le haríamos… ahora. Porque hace apenas seis años la cosa pintaba mucho, mucho peor: melena casi grasienta, cuerpo sin formar, pelusilla que quiere ser barba. Y así, todo muy Simple Plan, 2006. Querida Taylor, aquí tres imágenes con las que hacer chantaje emocional a tu chico cuando la ocasión lo requiera. De nada.
