La primavera y sus alergias, los cambios de temperatura, no saber qué ponerse… muchos son los factores que hacen que uno se resfríe (a pesar del calor), tenga dolor de garganta u otros síntomas más comunes del invierno, por ejemplo.

Un buen remedio natural para combatir y prevenir estas situaciones, es el propóleo. Esta sustancia resinosa, que las abejas recogen de la corteza de los árboles para luego mezclarla con cera y enzimas salivales, es utilizada desde hace siglos con fines medicinales gracias a su versatilidad terapéutica.

¿QUÉ ES EL PRÓPOLIS O PROPÓLEO?

Se trata de una sustancia resinosa que las abejas recogen de la corteza de los árboles para luego mezclarla con cera y enzimas salivales (la propia saliva de la abeja, fundamental en este proceso).

Etimológicamente, la palabra própolis viene del griego pro (para o en defensa) y polis (ciudad) y hace referencia a la “defensa de la colmena”. Esto se debe a que las abejas utilizan propóleo para sellar grietas en la colmena, protegerla de microorganismos y mantener un ambiente interno saludable.

Además de su función en la colmena, el propóleo ha sido utilizado con fines medicinales durante siglos.

La función de este ingrediente natural en el cuerpo humano simula su función en la colmena, trabaja para “interior saludable”. Es reconocido en fitoterapia por su asociación con la prevención y tratamiento de resfriados gracias a su actividad antibiótica, antiviral e inmunomoduladora.

INGREDIENTE DE RECORRIDO MILENARIO

A lo largo de la historia, el propóleo ha desempeñado un papel crucial en la salud humana. En el antiguo Egipto, era apreciado por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias, utilizado en procesos de embalsamamiento y tratamiento de diversas enfermedades. Griegos y Romanos lo emplearon para tratar heridas, quemaduras y problemas respiratorios en soldados. Durante la Edad Media, persistió como un aliado en la medicina popular, abordando problemas de piel e infecciones. En resumen, el propóleo ha evolucionado de vital para las abejas a ser un valioso recurso en la medicina humana, pues su legado medicinal perdura actualmente.

EL PRÓPOLIS EN LA FITOTERAPIA ACTUAL

Los activos farmacológicos presentes en las moléculas del própolis son los flavonoides y ácidos fenólicos. Ambos componentes son poderosos fitonutrientes llenos de antioxidantes que asisten al sistema inmunológico, por lo que tienen diversos efectos sobre bacterias, hongos y virus. De esta manera, el própolis, al asistir al sistema inmunológico, destaca en fitoterapia por su protagonismo en jarabes para la garganta y la tos, además de suplementos para la prevención de gripe y resfriado.

Dada su utilidad y versatilidad, Arkopharma ha incluido este ingrediente en varias de sus líneas y productos como por ejemplo las Arkocápsulas de Própolis o la gama Arkovox, ambas hechas con el objetivo de reforzar el sistema inmunitario y contribuir al buen funcionamiento del sistema respiratorio. Arkovox Comprimidos própolis + Vitamina C (24 comprimidos), tiene un precio de 9,80 euros.

*Imágenes: cortesía