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By Ruth Martín

Bad Bunny, el más escuchado de Spotify en 2025

No es solo un título, es una coronación histórica de una carrera imparable. En el resumen anual de Spotify —el célebre Wrapped 2025— el puertorriqueño Bad Bunny se ha convertido en el artista más escuchado del mundo, destronando a Taylor Swift tras años de dominio absoluto en la plataforma digital más influyente de la música.

Con casi 20.000 millones de reproducciones globales, Bad Bunny vuelve a situarse en la cúspide del streaming después de un año musical que confirmó su estatura como uno de los artistas más potentes de este siglo.

Un año de streaming que quedará en la historia

El fenómeno Bad Bunny en Spotify no es casualidad ni un pico momentáneo: es resultado de una constancia, un diálogo cultural con millones de fans y una carrera musical expansiva que mezcla urbano, reggaetón, pop y tradición latina.

El ranking global de Spotify Wrapped 2025 muestra que, con más de 19,8 mil millones de streams, el puertorriqueño recuperó el trono que durante dos años había conquistado Taylor Swift.

Esta victoria no solo representa números: es un síntoma de la música global actual, donde el reggaetón y otros géneros latinos tienen un alcance transversal, conectado con audiencias de todas las edades y continentes.

El poder de un álbum y una narrativa

El álbum de Bad Bunny, Debí Tirar Más Fotos (DTMF), ha sido uno de los proyectos musicales más influyentes de 2025. No solo dominó las listas, sino que empujó al artista a una presencia constante en las playlists más escuchadas del año, convirtiéndose en un motor de reproducción continuo para fans y oyentes casuales por igual.

Canciones como “DtMF” no solo están en el top de reproducciones, sino que han marcado tendencia en plataformas sociales y listas globales (llegando al número uno en múltiples países), convirtiéndolo en un fenómeno cultural por derecho propio.

Más allá del trono: qué significa este dominio

Que Bad Bunny sea el artista más escuchado en Spotify en 2025 no solo es un título numérico: es una declaración de impacto global. Aquí algunas claves:

Conexión cultural: su música cruza idiomas, géneros y fronteras.
Consistencia artístíca: de álbumes con raíces latinas a colaboraciones internacionales.
Presencia en festivales y giras: el fenómeno se traduce en shows sold out alrededor del mundo.
Presencia mediática masiva: con proyectos como el anuncio de que encabezará el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026, su voz y su música atraviesan culturas y formatos.

Este dominio en streaming refleja no solo una base fan fiel, sino un patrón de escucha que se sustenta en la repetición, la viralidad digital y el diálogo continuo con los oyentes.

¿Y Taylor Swift?

Taylor Swift sigue siendo una colosa musical. Su último álbum The Life of a Showgirl rompió récords de streaming el mismo día de su lanzamiento, consolidándose como uno de los discos más importantes del año y dominando las listas en varios mercados regionales.

Sin embargo, en el global anual de Spotify —donde la rotación constante y el consumo continuo pesan tanto como los picos— fue Bad Bunny quien cosechó la mayor cantidad de reproducciones acumuladas, lo que marcó la diferencia en el ranking final.

Así, mientras Taylor sigue brillando con su narrativa pop y su estrategia de álbumes masivos, Bad Bunny capitaliza un flujo global de escucha constante y expansivo.