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“Las alergias son una causa común de problemas de la piel y, en muchos casos, requieren la atención de un especialista para un diagnóstico y tratamiento adecuados”, incide el Dr. Javier Pedraz, dermatólogo de IML CLINIC.
La piel, que es el escudo diario frente al exterior, se vuelve más vulnerable ante este cóctel de agentes externos. Las personas con cutis sensible ya lo notan: más sequedad, picor, enrojecimiento y reacciones inesperadas. Las fluctuaciones de la temperatura, la contaminación, el aumento del tiempo al aire libre y el contacto con polen hacen que la primavera sea un campo de batalla para la dermis.
Señales de alerta: ¿está tu piel reaccionando?
Enrojecimiento en el rostro, picor en el cuello, manos irritadas o descamación en los brazos son solo algunas de las señales. Las zonas expuestas son las más castigadas y, en muchos casos, basta con sentarse en la hierba o pasear sin fotoprotección para que los síntomas aparezcan.
Además, la combinación de humedad elevada y polen crea un entorno donde la piel reacciona con más intensidad. Si ya usabas cosméticos sin problema, esta primavera podrían comenzar a provocarte reacciones. ¿La razón? Una piel sensible responde de forma exagerada incluso a productos conocidos.
Cinco claves para sobrevivir esta primavera sin que tu piel pague el precio
- Hidratación reforzada: Usa cremas sin perfumes ni alcohol, ideales si contienen ingredientes como ácido hialurónico.
- Protección solar a diario: Aunque el sol parezca inofensivo, sus rayos ya son fuertes y pueden provocar quemaduras.
- Ducha post-paseo: Elimina el polen acumulado en la piel y en el cabello al llegar a casa.
- Ropa natural: Opta por tejidos como algodón o lino, que permiten a la piel respirar sin irritarla.
- Evita los “puntos críticos”: Árboles con polen, césped húmedo y ambientes muy contaminados.
- Revisión dermatológica: Hacerse un Skin Check para revisar las posibles afecciones de la piel es recomendable con cada cambio de estación.
En definitiva, esta primavera plantea nuevos desafíos para la salud cutánea debido al aumento del polen y la humedad ambiental. Ante este escenario, es esencial prestar atención a las señales que da la piel y adoptar una rutina de cuidado específica que incluya hidratación, protección solar y medidas preventivas frente a los agentes externos.
La visita al dermatólogo, especialmente en épocas de cambio estacional, puede marcar la diferencia para mantener la piel sana y protegida. Porque, ahora más que nunca, cuidar la piel no es solo una cuestión estética, sino de salud.
*Imagen: cortesía