Los beneficios de un suelo pélvico fuerte son infinitos, pero entre los más importantes se encuentra disfrutar mucho más del sexo. Según un estudio de INTIMINA el 35% de las españolas desconoce el estado de su suelo pélvico y no sabe cómo ejercitarlo. Esto último, no sólo trae aparejadas consecuencias tales como la incontinencia urinaria, sino que también afecta a la vida sexual de las mujeres.

Fortalecer la musculatura pélvica con los ejercicios de Kegel, permite alcanzar mejores orgasmos, ya que los músculos que se ejercitan son los pubococcígeos que, cuando se tonifican, las sensaciones durante las relaciones íntimas aumentan y se puede alcanzar el clímax con más facilidad e intensidad.

Aquí te dejamos estas posturas que puedes poner en práctica ya.

1. Postura del famoso perrito

Es una de las más fáciles y una de las favoritas. Colócate en cuadrupedia, apoyando los brazos en el suelo y, el hombre, por detrás, tomará el control llevando a la acción de manera directa.

Consejo: contrae y relaja los músculos pélvicos, jugando a distintas velocidades, ya sea por tu propio ritmo o siguiendo el ritmo de tu pareja, acompañándolo con las contracciones. De este modo, se ejercitará el suelo pélvico con facilidad.

2. La doma

Siéntate encima de tu pareja, dándole la espalda. Intercambiando movimientos lentos y rápidos, serás tú la que marque el ritmo.

Consejo: en este caso, se puede contraer no solo la vagina sino también los músculos del perineo a través de la realización de ligeros movimientos de la pelvis hacia tu pareja. Hay que hacerlo a distintas velocidades, pero de manera continua.

3. El elefante

Colócate tumbada boca abajo con las piernas abiertas dejando que tu pareja se sitúe encima.

Consejo: con esta postura se estimulan las paredes vaginales y el punto G, teniendo en cuenta además, que hay que intentar tomar el control de la respiración. Para ejercitar el suelo pélvico, es necesario realizar movimientos circulares.

4. La hamaca

Mientras tu pareja se encuentre sentada en la cama, por ejemplo, con las piernas flexionadas agarrándose la parte superior de las rodillas, puedes quedar en el espacio sobrante entre sus piernas y el tronco, posición ideal para moverte libremente y realizar los ejercicios de Kegel durante el sexo.

Consejo: es importante que relajes tu musculatura al momento de “dejarte caer” y contraer apretando con la vagina al momento de volver a elevarte.

5. Postura de la amazona

Tu pareja tiene que estar tumbada hacia arriba con las rodillas dobladas en dirección a tu pecho. Tú te colocas hacia arriba, a horcajadas, apoyándote sobre las piernas de tu pareja para encontrar el equilibrio.

Consejo: tú decides la velocidad. Cuando estés arriba, contrae el suelo pélvico y, al descender, relájalo. Puedes guiarte con dos tipos de movimientos: rápidos y apenas profundos o lentos y muy profundos.

Recuerda que si tu suelo pélvico está en buenas condiciones, aumentará tu capacidad de sentir tu cuerpo, se incrementará el riego sanguíneo y con él el placer, relajará tus músculos vaginales y aumentará tu lubricación vaginal.

*Imagen: Cortesía