Moda
En un espectáculo deslumbrante que fusiona moda y arte, Dior ha presentado su colección Primavera/Verano 2024 en un escenario adornado por la instalación “Big Aura” de la talentosa artista Isabella Ducrot.
Esta pieza única adorna las paredes de la sala en los Jardines del Museo Rodin, creando un telón de fondo impresionante para las creaciones de Alta Costura de Dior.
Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Dior, ha expresado que “Big Aura” encarna lo que impregna la Alta Costura, un terreno fértil para la contemplación donde la reproducción nunca es la misma.
Cada pieza se adapta al cuerpo de quien la lleva, poseyendo su propia aura específica, reflejando la singularidad y autenticidad de la obra de arte según la definición de Walter Benjamin.
Chiuri ha retomado el concepto de aura e interpretado la Alta Costura encarnada por Dior, utilizando el vestido “La Cigale” de la colección Otoño-Invierno 1952 como punto de partida. Este vestido, diseñado por Christian Dior, ha inspirado una teoría que recontextualiza la Alta Costura como una frágil frontera entre el arte y la vida.
La paleta de tonos enfatiza la iridiscencia del muaré, utilizado en abrigos con cuellos imponentes, faldas con aberturas exageradas, capas superpuestas, pantalones y chaquetas.
Las formas reinterpretan elementos de los archivos Dior para crear looks contemporáneos, fusionando la elegancia arquitectónica con la innovación clásica.
La artesanía excepcional ha sido evidente en cada costura y detalle. Los bordados a mano, las aplicaciones intrincadas y los tejidos lujosos han elevado la colección a nuevas alturas. Dior demuestra una vez más por qué es sinónimo de calidad y perfección en el mundo de la alta costura.
La colección incluye vestidos de terciopelo negro, capas de plumas sobre organza bordada y bordados que parecen fragmentos de poemas antiguos.
Los motivos como Millefiori despiertan la imaginación, creando una experiencia poderosa que va más allá de lo contemplativo, siendo interpretativa.
En esta colección, Maria Grazia Chiuri ha logrado evocar la presencia tangible y cromática de los elementos que forman las siluetas, la dimensión de aura de la alta costura. Es una experiencia que va más allá de lo contemplativo, siendo una expresión del espíritu metamórfico de la imaginación.
*Imágenes: cortesía Dior
