Moda

Cuando una leyenda de la moda se une a una casa icónica de la cosmética, algo más que una campaña publicitaria ocurre: se construye una narrativa que inspira. Helena Rubinstein, firma pionera en el cuidado de la piel de lujo, acaba de anunciar a Adriana Lima como su nuevo rostro internacional, abriendo así un capítulo que huele a poder, a piel impecable y a belleza consciente.
Belleza con legado
Fundada en 1902 por la visionaria Madame Rubinstein —una de las primeras mujeres en entender que el cuidado de la piel era ciencia, placer y revolución personal—, la firma ha hecho historia con fórmulas de alta eficacia y un enfoque adelantado a su tiempo. Productos como su icónica REPLASTY Age Recovery Night Cream no solo cuidan la piel: reescriben el manual del rejuvenecimiento nocturno con la precisión de un laboratorio de vanguardia y el tacto de un ritual sensorial.
Adriana Lima: mucho más que una supermodelo
Adriana Lima no necesita introducción. Su mirada felina, su elegancia serena y su presencia magnética han sido emblema de las pasarelas más prestigiosas del mundo. Pero más allá del foco, Adriana encarna el tipo de mujer Helena Rubinstein siempre ha celebrado: fuerte, empoderada, auténtica. Y es justamente ese espíritu —disciplinado, audaz y sin concesiones— el que encarna ahora Adriana Lima. A sus 44 años, madre de tres, y con una carrera internacional más viva que nunca, la top model brasileña representa algo más que belleza: representa el trabajo detrás del mito.
Este nuevo nombramiento es más que una colaboración de imagen. Es un diálogo entre dos potencias femeninas que, desde mundos distintos, comparten la misma misión: hacer que las mujeres brillen en su propia piel.
“Estoy de acuerdo con Madame Rubinstein”, afirma Adriana. “Para alcanzar la grandeza en cualquier forma hay que tener disciplina, organización y preparación. Es el acto de cuidarte. Es el acto de tenerte en cuenta”
Ciencia, lujo y emoción
La firma continúa apostando por una belleza que nace de la investigación, pero se siente en la experiencia: texturas ricas, resultados visibles y fórmulas que traspasan generaciones.
Y ahora, con Adriana Lima al frente, la marca se adentra en una nueva era donde la sensualidad, la madurez y la inteligencia estética se celebran con orgullo.
Helena Rubinstein y Adriana Lima no solo unen fuerzas: fusionan historia y presente, laboratorio y pasarela, lujo y autenticidad. Una alianza que nos recuerda que la belleza poderosa no se grita: se proyecta. Desde dentro. Y con nombre propio..
La belleza como decisión
“Estoy de acuerdo con Madame Rubinstein”, afirma Adriana. “Para alcanzar la grandeza en cualquier forma hay que tener disciplina, organización y preparación. Es el acto de cuidarte. Es el acto de tenerte en cuenta”.
La cita podría sonar como un eslogan de autoayuda… si no viniera de una mujer que ha recorrido pasarelas de todo el mundo, que ha estado en portadas míticas y que ha conseguido algo aún más difícil en la industria: seguir brillando sin necesidad de reiniciarse, solo de evolucionar.
Esta alianza no se basa solo en estética, sino en valores compartidos: constancia, autoexigencia, confianza propia, capacidad de superación. Las mismas que llevaron a Madame Rubinstein a desafiar su época con un tarro de crema y una visión. Las mismas que hoy, Adriana Lima proyecta con cada paso.
Adriana Lima y Helena Rubinstein no son simplemente una modelo y una marca, son dos formas de entender la belleza con fondo, con historia y con carácter.
*Imagen: cortesía