Hace 25 años, las pantallas de los televisores de medio mundo presentaban un anuncio que marcó época, hasta convertirse en un icono del ‘erotismo de oficina’. Coca-Cola daba la vuelta al concepto del obrero que piropea a las chicas presentando a un descamisado trabajador que, cada día, a las 11:30, se tomaba un respiro para beber su refresco light (aún no existía el concepto metrosexual y él, sin saberlo, estaba sentando cátedra).

No fue el primer anuncio en el que se unían fetichismo, erotismo y pasión dirigida a un público femenino. Una década antes, Levi’s hacía lo propio con un chico que, forzado ante la ausencia de una lavadora en casa y barreño para lavar a mano, decidía ir a una lavandería y, delante de dos señoritas, realizar uno de los streap-tease más míticos de la publicidad de los 80.

En ambos casos, prácticamente sin enseñar más que un torso, consiguieron hacer palpitar de deseo a muchas televidentes que, quizás, no se lanzaron como locas a comprar refrescos bajo en calorías y vaqueros, pero sí dejaron claro por dónde iba su deseo sexual.

Echar un vistazo al panorama actual nos revela una sorpresa: la mujer actual es más cañera, se han roto tabúes como el del sadomasoquismo o el piropear al hombre guapo; pero se mantiene fiel a los parámetros que encendían a sus madres… e incluso a ellas mismas, en el caso de las maduritas. Claro ejemplo es el éxito de 50 sombras de Grey, un fetichismo soft que, literatura aparte, en lo que respecta a la película, consiguió muchos suspiros sin necesidad de que Jamie Dornan mostrara apenas unos segundos sus posaderas. De hecho, salvo casos muy contados, como el del famoso frontal de Michael Fassbender en Shame (¿se podría decir que fue el gif más visto de la historia?), no es necesario ver un pene para ser mito erótico.

Películas, libros y publicidad se lanzan a la caza de la libido femenina para aumentar el consumo. © Paul Berends
Películas, libros y publicidad se lanzan a la caza de la libido femenina para aumentar el consumo. © Paul Berends

Esto es un claro ejemplo de por qué la libido femenina es mucho más contextual que la masculina. Ellos necesitarían un desnudo frontal, una sugestión más básica e instintiva. Ellas, en cambio, según los expertos, ven necesaria una trama, un misterio, un romance… Es su cerebro el arma más poderosa de su pulsión sexual, más allá de la vista, como podría parecer en el hombre. “La principal diferencia es que el deseo femenino es menos constante. Aparece con mucha intensidad en algunos momentos del ciclo menstrual, pero el resto del tiempo es más dependiente de la estimulación externa, de ahí la importancia de la situación y el contexto. Responde más a factores sociales, culturales… a las circunstancias externas”, explica Alfredo Oliva, de la Facultad de Psicología de la Universidad de Sevilla.

La situación y el contexto son fundamentales para la excitación de la mujer.
La situación y el contexto son fundamentales para la excitación de la mujer.

Pero Grey y su juego de esposas han abierto mucho más que una caja de Pandora sexual. La libido femenina se ha convertido en el nuevo filón. La novela y el estreno de la película hizo aumentar las ventas de productos de lencería y fetichismo erótico en todo el mundo. Grupos de mujeres acudieron al cine para convertir su experiencia libidinosa con el personaje de E. L. James en una ‘tarde de chicas’. Y son ellas las que quieren atrapar estrenos recientes como Magic Mike XXL, filme del que nadie espera más que media docena de cuerpos 10 retorciéndose en pantalla gigante.

Magic Mike XXL, filme del que nadie espera "más que" media docena de cuerpos 10 retorciéndose en pantalla gigante.
Magic Mike XXL, filme del que nadie espera «más que» media docena de cuerpos 10 retorciéndose en pantalla gigante.

¿Son necesarias estas experiencias de despedida de soltera para levantar la libido femenina? El éxito de Channing Tatum y sus colegas, disfrazados de bomberos, policías… es el mismo que el del obrero de Coca-Cola. De hecho, los 400 millones de libros que ha vendido Corín Tellado ya dejaron bastante claro que no hay nada que guste más a una mujer para darle vida a su pulsión sexual que un escocés descamisado salvándola de su fatídico destino. ¿O es que pensabas que Outlander era original? Sam Heughan solo necesitará vestir su falda para conseguir de una mujer todo aquello que necesite. Claro que es también culpa del irrefrenable deseo que todo el mundo siente por levantarle la falda a un escocés y saber si es verdad o no eso de que no usan ropa interior.

Eso sí, con un escocés para cada una, basta. “La libido femenina tiende más a la monogamia que la masculina. Le gusta el concepto de cuento de hadas, el sentirse protagonista de una novela romántica”, explica Daniel Bergner, autor de What Do Women Want.

¿Qué llevan los escoceses bajo el kilt? La eterna pregunta que no encuentra solución en Outlander.
¿Qué llevan los escoceses bajo el kilt? La eterna pregunta que no encuentra solución en Outlander.

Esto se acompaña de una capacidad de flexibilidad y adaptación sexual mucho mayor en el caso femenino. Hasta el punto de que, como demostró un estudio de la Universidad de Florida dirigido por Roy Baumeister, el porcentaje de lesbianas dispuestas a probar con un chico era muchísimo más alta que la de un hombre homosexual con mujeres. Es más, otro estudio, este de la Universidad de Queens, descubrió que la mujer se excita de la misma manera al observar imágenes de un coito independientemente de que sea entre dos hombres, dos mujeres o una pareja mixta.

Sin embargo, no es necesario un libro con escoceses descamisados, ni ir al cine a ver un amante del sado para conseguir aumentar la libido femenina. De hecho, es bastante sencillo y barato, ¡y sin salir de casa! Un poco de yoga a diario, cuatro tazas de café y una onza de chocolate negro es el cóctel del placer (avalado por estudios de Harvard, la Southwestern y la Università Vita-Salute San Raffaele de Milán, respectivamente). Claro que, una vez despertada la libido, necesitaremos una pareja. En ese caso, Channing Tatum, Jamie Dornan y Sam Heughan serían seguro buenos candidatos. Con o sin falda…

Cuidado Audrey, que en la Southwestern University dicen que cuatro tazas de café al día son más afrodisíacas para cualquier mujer que toda la canela.
Cuidado Audrey, que en la Southwestern University defienden que cuatro tazas de café al día son más afrodisíacas para cualquier mujer que cualquier invento de canela.