Moda
Hace ya casi diez años que la vimos ser (a las mil maravillas) la insoportable secretaria de Miranda Priesley en El diablo viste de Prada. Parece que fue ayer pero poco queda de aquella británica de 23 años que martirizó los comienzos de Andy Sachs (Anne Hathaway) en la redacción del Runway que capitaneaba el personaje de Meryl Streep. Ahora, a sus 32 años, es madre y está feliz (y públicamente) enamorada de su chico, el también actor John Krasinski.
Ella fue una de las más esperadas, queridas y seguidas de la última edición del Festival de Cannes y todo apunta a que, por fin, su reconocimiento es global. En uno de sus últimos trabajos dio vida a un personaje Disney en la última producción en carne y hueso del gigante de la animación, Into The Woods. La disfrutamos en el cine y ahora, desde el pasado mes de junio, también podremos hacerlo en casa gracias a su lanzamiento en DVD. Lo celebramos hablando con ella del rodaje, los personajes y su experiencia en una película de la factoría.
¿Qué fue lo que más te atrajo en un principio de este proyecto?
La historia. Lo maravilloso de esta historia es su gran complejidad, un musical lleno de emociones donde los cuentos de hadas más famosos convergen en un solo lugar. Aunque no termine con un ‘Felices para siempre’, tiene unas sub-tramas que a la gente le pueden parecer muy interesantes de ver. Probablemente, este es uno de los musicales más humanos de Stephen Sondheim y me gusta el hecho de que te rete a pensar. La mayoría de las canciones que vemos en los musicales tienen una perspectiva bastante simple, mientras que las canciones de Stephen son más bien monólogos o conversaciones que a veces no suenan del todo perfectas, líricas o melódicas, y eso es muy innovador.
Háblanos de tu personaje, la mujer del panadero, y de la relación con su marido.
Mi personaje, al que conocemos al principio de la película, quiere desesperadamente tener un hijo. Cuando descubren que un maleficio impide que las mujeres de la familia se puedan quedar embarazadas, se han de aventurar en el bosque para obtener los objetos de la lista que les pide la bruja. Así que se convierte en un tipo de personaje tenaz y decidido, dispuesto a llegar a cualquier extremo para conseguir su deseo. Finalmente, vemos su desenlace: al principio es una buena persona, pero en el bosque se deja arrastrar por su potencial. Sin duda ella es la que lleva los pantalones en la familia, además de ser la más decidida de la pareja cuando se trata de querer un bebé. El panadero ve la vida de una forma más lacónica y fatalista, mientras que ella no está dispuesta a dejar que las cosas sucedan por azar. A pesar de todo, se aman. Es un retrato muy realista de un matrimonio que ha estado unido desde hace mucho tiempo y están comenzando a darse cuenta de que son muy diferentes. Creo que mucha gente será capaz de verse reflejada en ellos.
¡Y los actores que te acompañan no se quedan atrás…!
¡El talento abunda en esta película! Empezando por Meryl Streep, la mejor actriz en activo a día de hoy… Fue extraordinario trabajar con ella; es divertida y algo brujilla al mismo tiempo. Y luego Chris Pine, que hace de un arrogante, increíble, pero no muy brillante príncipe, con quien mi personaje tiene una pequeña obsesión. James Cordon hace de Panadero y es adorable, un héroe improbable en la película. Es muy divertido, y actuar con él en muchas escenas fue impresionante. Anna Kendrick es una cantante maravillosa e interpreta Cenicienta con un gran ingenio, lo cual es adorable porque creo que el personaje a veces puede ser interpretado de forma demasiado seria; pero Anna es ingeniosa y divertida por naturaleza y le aporta un montón de vida al personaje.
¿Cómo fue lo de tener que cantar ante la cámara?
Ha sido una gran aventura para mí. Al principio estaba aterrorizada y cohibida por tener que cantar delante de la gente, pero Rob Marshall me dijo que él no buscaba una cantante sino una actriz, así que fui a la audición y canté Moments in the Woods, la escena más importante de la mujer del panadero. Desde aquel momento me entrené con clases de canto, que me ayudaron mucho, pero al final del día me seguía viniendo la idea de que realmente me querían para actuar en los números musicales. Al principio fue aterrador cuando tuvimos que cantar delante de todos, pero enseguida nos dimos cuenta de que todos estábamos en la misma posición. Una de las experiencias más gratificantes de mi vida fue conseguir interpretar este papel y ser capaz de cantar con seguridad en mí misma. Nunca olvidaré el día en que canté por primera vez con una orquesta de 60 instrumentos detrás… Fue increíble.
¿Te gustó trabajar con Stephen Sondheim?
Bueno, obviamente la música es la parte más importante de cualquier musical, pero lo más emocionante para mí fue dejarme guiar por él, nos dio anotaciones específicas de cómo quería que fueran cantadas sus letras. Así que, para alguien como yo que no se considera cantante, fue realmente tranquilizador contar con Stephen. Nos decía que no nos preocupásemos por hacerlo sonar bien, sino por hacerlo sonar real. Creo que realmente le gusta tener actores que sepan cantar, más que cantantes que sepan actuar. Así que eso fue realmente emocionante y extrañamente maravilloso.
Y hablando de musicales, ¿cuál es tu canción favorita de la cinta?
No One is Alone me hizo llorar la primera vez que la escuché… Era muy emotiva, especialmente teniendo en cuenta las circunstancias de la mujer del panadero. Yo la entiendo como una canción que habla de la gente que ha perdido a alguien a quien amaba y no saben cómo seguir adelante, lo cual es impresionante.
¿Te sentiste cómoda enfundada en las piezas creadas por Colleen Atwood para el vestuario de la película?
Estoy muy agradecida a Colleen porque tuvo que lidiar con el hecho de que estuviera embarazada durante el rodaje y los obstáculos y limitaciones que esto implicaba a la hora de vestir. Ella fue una experta no sólo en la creación de trajes preciosos sino también en el hecho de esconder mi embarazo durante el rodaje. ¡La ironía es que estaba interpretando un personaje que quería desesperadamente un hijo mientras tenía un hijo dentro de mí…! [ríe]
El impresionante decorado debió resultar muy imponente a la hora de rodar…
Totalmente. Se construyó un set de rodaje enorme con árboles reales que parecían un poco mágicos y un poco de otro mundo. Tengo que reconocer el mérito de Dion Beebe, nuestro cinematógrafo, con quién ya había trabajado. Es un genio. Su iluminación es totalmente deslumbrante, y consiguió que todo pareciera tan mágico y real cómo fuera posible… Y Dennis Gassner, nuestro diseñador de producción, hizo un trabajo extraordinario en el set también, porque usó arbustos y flores reales pero les añadió un toque de iluminación que los hizo parecer realmente encantados por algún tipo de hechizo.
¿Con qué esperas que se quede el público de la película?
Me encantaría que se recordasen las grandes canciones que aparecen, las bonitas historias de amor, el humor y todo lo que en realidad no se esperan que suceda. Quiero que todo el mundo sienta que hemos sido fieles al material original. Ahora, los fans del musical realmente pueden acercarse de una forma muy personal, lo cual es una de las grandes joyas de la filmografía: realmente te puedes sumergir de lleno en ese mundo. En realidad están en el bosque con ellos…
