La primavera y el verano son épocas en las que necesitamos un extra de cuidado en los labios. El sol, el cloro, la sal de la playa, el calor asfixiante y muchas veces no hidratarnos bien hacen que nuestros labios sufran más de lo normal, y si a eso añadimos que arrastramos los excesos del frío invernal, es tiempo de poner remedio. 

Una buena manera de cuidarlos es sumar a nuestra rutina de belleza mascarillas para los labios. Algunas mascarillas labiales están diseñadas para usarse durante la noche, mientras que otras se usan por un período más corto durante el día, de aproximadamente quince minutos.

El propósito de una mascarilla labial es hidratar los labios, lo que también los hace lucir más llenos y gruesos. Aunque no es una mascarilla en el verdadero sentido, el término pasó a referirse a cualquier producto que dejas en tu piel por un tiempo, como lo haces en la cara o en pelo. Funcionan de manera similar a un bálsamo labial, pero son más fáciles de aplicar, más intensivos y duran más.

Al igual que las mascarillas faciales, la mascarilla labial comenzó en Asia, particularmente en Corea. Además, al ser relativamente económicas, las mascarillas para labios rápidamente se hicieron populares, y las compañías estadounidenses de cosméticos y cuidado de la piel se sumaron a la tendencia, produciendo una amplia variedad de mascarillas para labios con diferentes ingredientes. 

Usar una mascarilla para los labios tiene esencialmente los mismos beneficios que usar un bálsamo para los labios, pero el proceso de aplicación es diferente. Las mascarillas labiales también están diseñadas para durar más. 

En climas fríos, es posible que debas aplicar bálsamo labial con regularidad, aproximadamente cada hora. La mayoría de las mascarillas labiales, por otro lado, deben usarse dos o tres veces por semana. Si tienes los labios particularmente secos o vives en un clima frío y seco, es posible que necesites usarlos con más frecuencia. 

Algunas personas han descubierto que las mascarillas labiales funcionan en condiciones en las que el bálsamo labial normal simplemente no puede seguir el ritmo, ya que pueden resultar más económicas que aplicar un bálsamo constantemente. También ayudan a que tus labios luzcan más carnosos, especialmente justo después de usar la mascarilla, y de una forma más natural que el delineador de labios. Pueden ayudar a reducir los signos de envejecimiento que se producen cuando la piel de los labios se vuelve más delgada.

mascarilla en gel

Lo mejor de estas mascarillas es que son muy fáciles de usar. Solo necesitas abrir el paquete, aplicar el parche de gel en tus labios y seguir las instrucciones de tiempo recomendado. Dedícate un tiempo para ti misma, aprovecha para acostarte o recostarte, ya que así no se te caerá. Cuando la retires no olvides masajear el exceso de suero o gel en tu piel y no enjuagues para que no pierdas producto. Recuerda que no son reutilizables y deben desecharse. 

Mascarilla de labios, de PIL’ATEN (1,00 euros en Primor)

Algunas personas recomiendan exfoliar los labios primero usando un exfoliante labial o, si no tienes uno, una toallita húmeda. Esto elimina la piel muerta y mejora la absorción de la mascarilla. Tus labios también deben estar secos antes de aplicar la mascarilla, o es posible que no se adhiera a tu cara.

Otras versiones

No todas las mascarillas de labios en el mercado son de este tipo, también encontramos en otras texturas

Mascarilla de noche en tubo, de SEPHORA COLLECTION (5,99 euros)

Lip Lovin’ Overnight Lip Mask, de Catrice (4,69 en Druni)

Mascarilla labial reparadora y alisadora Plush Puddin’, de Fenty Skin (20,99 euros en Sephora)

*Imágenes: cortesía