La alimentación saludable es uno de los factores más importantes para que los niños tengan unos buenos hábitos y es esencial que estos se sigan teniendo también en verano. Aunque en los meses de vacaciones todos nos relajamos, incluidos los niños, estos tienen que entender la importancia de seguir una alimentación saludable tanto dentro como fuera de casa.

Los helados y los refrescos no tienen por qué alterar sus hábitos si desde un primero momento entienden que los pequeños placeres también forman parte de un estilo de vida saludable.

Por ello, Laura Jorge, dietista-nutricionista y directora de su propio centro de nutrición y psicología, nos da cuatro consejos fáciles que todos los padres pueden seguir para que sus hijos mantengan sus buenos hábitos alimenticios durante el verano:

Los padres deben de ser el ejemplo

Los padres son los referentes de sus hijos, por ello si estos no siguen un estilo de vida saludable, los niños tampoco lo harán. Es muy importante que las comidas se hagan en familia, así los más pequeños ven que comen sus padres.

Comprar y cocinar juntos

Ir a la compra en familia ayuda a que los niños conozcan los alimentos y sepan escoger entre lo que es saludable y lo que no. Además, es una buena forma de que los más pequeños aprendan recetas saludables y los alimentos que necesitan para prepararlas. Es muy instructivo a la vez que divertido.

Tener la despensa llena de alimentos saludables

Debemos evitar contar con snacksultraprocesados que les puedan llamar la atención. Es preferente contar con frutas, yogures naturales y otras opciones que sea más saludables.

Jugar con los alimentos, en el buen sentido de la palabra

Una buena forma de que los niños interioricen ciertos alimentos es mediante el juego: hacer murales con legumbres, pintar con frutas cortadas y hacer formas, adivinar los alimentos por su textura y olor con los ojos tapados, etc.

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