No sabes bien como sucedió, pero de un tiempo a esta parte no haces más que trabajar, trabajar y trabajar. La calidad de tu vida ha empeorado porque no piensas en otra cosa y tu vida social ya lo está resintiendo porque tu teléfono no suena como antes y ya no llegan tantas invitaciones para el fin de semana. Quizás es porque tus amigos se han cansado de tu clásico: –No puedo, tengo que trabajar. O, –Me quedo en casa, estoy muy cansada de tanto trabajo…

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Además, parece que en el trabajo no se han dado cuenta de todo lo que haces porque tus jefes no paran de exigirte más y más. No desesperes. Te hemos preparado tres tips fundamentales para que recuperes de una vez por todas otra vez tu vida.

Come bien, siempre!!!

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Es habitual que pienses que saltarte tu hora de la comida y comer cualquier cosa pueda ayudarte en tu productividad porque es “una hora más que arañas”. Pero no, tu cerebro necesita estar bien alimentado para funcionar a la perfección.

Deja a un lado los refrescos y las patatas fritas. Recuerda el último error que cometiste en ese informe tan importante. Si hubieras comido como es debido, tu cerebro no estaría tan cansado y hubiera detectado al vuelo que había un fallo.

Añade a tu dieta muchas frutas y verduras. Además, dale el shot de proteína que necesita con carnes magras y legumbres.

Tómate un descanso

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Aunque de verdad te encante tu trabajo, es necesario tomarte un tiempo para ti. ¿Cuándo fue la última vez que cogiste unas vacaciones de verdad y no viste ni una sola vez tu mail del trabajo? Seguro que ni lo recuerdas.

Tomarte un respiro te ayudará a cargarte de energía e incluso a pensar nuevas ideas. Además, utiliza ese tiempo para estar con tu familia y amigos, y hacer cosas que también te llenen como persona. Cultivar el espíritu es igual de importante que alimentarse bien.

Haz deporte como sea

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Sabemos que es muy fácil decirlo, pero de verdad, es súper importante que hagas ejercicio. Muchas veces, con la carga laboral y familiar que tenemos es imposible lograrlo así que busca alternativas.

¿Qué te parece si le propones a tu equipo tener una reunión mientras pasean? O, ¿qué opinas si esta vez cierras un acuerdo después de un extenuante partido de tenis? Tantos tus clientes como tu equipo te lo agradecerán porque no hay nada mejor para desestresarse que sudar la gota gorda.

Fotos: Getty Images