Cada vez nos queda más claro que el juego favorito dentro de la industria de la moda es el de las sillas. El último en jugar ha sido uno de los diseñadores con más trayectoria dentro de una firma. Tomas Maier sale de Bottega Veneta tras 17 años de crearle una nueva cara a la firma.

El diseñador alemán propuesto por Tom Ford cuando este se encontraba en la cima de la fama junto a Gucci Group, ahora Kering, revolucionó Bottega Veneta creyendo en el tradicional Intrecciato. Su estética altamente minimalista hizo que la firma italiana recuperase su brillo y atrajera la atención de la élite de la moda. No solo le devolvió la esencia con colecciones dignas, sino que encontró la formula precisa para crear un hype atractivo.

Para su último desfile, Maier viajó a Nueva York para inaugurar la flagship store de Madison Avenue. Aprovechando la increíble escena de la Gran Manzana, el entonces director creativo consiguió el American Stock Exchange para presentar su colección AW18.

La salida del alemán de la firma italiana no solo reanuda este juego de sillas del que tanto hemos hablado en la industria durante los últimos años, sino que abre paso a la nueva generación de creativos para ocupar un lugar importante en una exitosa marca. Pero como en esta industria nada está escrito, el futuro para Bottega Veneta y Tomas Maier en caminos separados, es incierto.

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